Un peregrino encuentra muerto en un arroyo al anciano desaparecido en Sanfelismo

Fernando Acevedo Acevedo, de 74 años, fue encontrado muerto ayer por un peregrino en un arroyo próximo a la localidad de Puente Villarente, según informó la Subdelegación del Gobierno en León, que anunciaba en un comunicado que tras una primera exploración el cuerpo no presentaba ningún signo externo que apuntase la posibilidad de una muerte violenta. Fernando Acevedo había desaparecido en la noche del pasado 17 de noviembre de la residencia La Paz de Sanfelismo, ubicada en la Nacional 601 en dirección al Puente Villarente. La Guardia Civil se ocupó de su búsqueda desde que se denunciase su desaparición el día 18 de noviembre, un día después de que no regresase a la Residencia en la vivía. Los agentes de este cuerpo en la localidad de Armunia rastrearon la zona del geriátrico y sus alrededores, aunque la búsqueda no dio resultado. Fernando Acevedo padecía Alzheimer, por lo que precisaba medicación, y tenía dificultades para andar. En el momento de su desaparición vestía un pantalón, un jersey y zapatillas deportivas. Segundo hallazgo en 4 días Hasta ahora se desconoce cuál podría ser el día aproximado de su muerte, así como su posibles causas. Estas y otras incógnitas serán aclaradas tras la autopsia que le será practicada. La aparición ayer del cuerpo sin vida de Fernando Acevedo supone el segundo caso en la provincia de un desaparecido hallado muerto la semana pasada. Este último hallazgo viene a sumarse al de Alfonso Nistal, que fue encontrado muerto el pasado jueves en una ladera del pico Toneo, en la estación de esquí de San Isidro. Alfonso Nistal, de 30 años, había desaparecido de su casa el lunes 23 tras haber comunicado a su familia que salía a dar un paseo. Tras 72 horas de intensa búsqueda por toda la estación invernal, la Guardia Civil de Montaña encontró el cuerpo sin vida del joven en una zona escarpada del pico Toneo. Según la propia Guardia Civil, los primeros datos apuntaban que Alfonso Nistal pudo haber fallecido tras despeñarse por una ladera.