Algadefe devuelve la vida
San Antón cotiza al alza
La subasta de tartas alcanza la cifra récord de 625 euros y devuelve al sur de la provincia a la normalidad perdida por culpa de la pandemia
Fieles a su cita, los vecinos de Algadefe celebraron ayer, 17 de enero, su fiesta más popular: San Antón. Hasta aquí nada de especial relevancia si no fuera porque desde la última celebrada hace dos años hasta ahora, la vida ha estado sesgada por la pandemia del coronavirus.
La de ayer quizá fuera la primera celebración que, tras estos dos años, al menos en el sur de la provincia, se llevó a cabo casi con absoluta normalidad, más allá de la presencia de mascarillas tapando los rostros. No faltó de nada. Ni la procesión con el santo a hombros de los vecinos, ni la misa, ni la popular subasta de tartas a las puertas de la iglesia. Es más... hasta hubo, como novedad, un grupo de bailes regionales como un guiño a los danzantes de la localidad que actuaron por última vez en 1962. Eso sí. Sólo se celebraron los actos religiosos. Nada de verbenas y otras actividades festivas que, a buen seguro, volverán el año que viene.
El mismo ambiente que se respiró ayer en Algadefe fue de normalidad; de olvidarse de una santa vez del último bienio de PCRs, de test, de número de infectados, muertes y cifras que nos llevan golpeando cual martillo pilón sin dejarnos vivir en paz.
Incluso hubo más gente en la procesión y la misa; y en la tradicional subasta de tartas se mostró mucho más animada que en las últimas ediciones consiguiendo la cifra récord de 625 euros recaudados, por los 550 de 2020 (que era la más alta hasta ahora), los 370 de 2019 y los 390 de 2018.
Como suele ser habitual, la tarta que consiguió el mejor precio fue la del mayordomo que se vendió por 200 euros comprada por él mismo (Ignacio Rodríguez Fuertes); la del Ayuntamiento se la llevó el alcalde, Ubaldo Freire, por 100 euros... y así hasta 7 dulces y una paletilla de gocho subastados. Las voces de «¿Alguien da más?», «a la una, a las dos, a las tres... adjudicada» volvieron a sonar ayer a las puertas de la iglesia de Algadefe como una música que nos devuelve a la anhelada rutina, a la vida.
Procesión en honor a San Antón a la salida de la iglesia. MEDINA