Diario de León

Regadíos

Los regantes reclaman consensuar el Plan Hidrológico y reducir su exigencia «ambientalista»

Ferduero hace un llamamiento al diálogo para llegar a un acuerdo y desbloquear el plan rechazado por el Consejo del Agua

Los regantes, en la imagen en una manifestación, lamentan que esta sea la primera vez que votan en contra de un plan hidrológico. DL

Los regantes, en la imagen en una manifestación, lamentan que esta sea la primera vez que votan en contra de un plan hidrológico. DL

León

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Tras la celebración el pasado viernes de la sesión del Consejo del Agua de la Demarcación del Duero en la que se rechazó por 42 votos en contra y 34 a favor el proyecto de Plan Hidrológico de la Parte Española de la Demarcación Hidrográfica del Duero (2022-2027), la asociación Ferduero, que engloba a todas las comunidades de regantes de León, ha hecho un llamamiento al diálogo para alcanzar el consenso. 

La asociación ha querido poner de manifiesto que  la colaboración de las comunidades de regantes, juntas centrales de usuarios y asociaciones con la Confederación Hidrográfica del Duero ha sido «total y ejemplar» a lo largo de todos estos años «buscando un beneficio común, que no es otro que la satisfacción de las demandas y el respeto al medio ambiente». De hecho recuerdan que en los últimos tres planes hidrológicos su voto ha sido siempre favorable. El primero, aprobado por el Real Decreto 1664/1998, de 24 de julio, al que se dio el visto bueno en el Consejo del Agua de la Cuenca de 2 de marzo de 1995; el segundo, aprobado por Real Decreto 478/2013, de 21 de junio, al que se dio el visto bueno en el Consejo del Agua de la Demarcación de 19 de diciembre de 2012; y el tercero, aprobado por Real Decreto 1/2016, de 8 de enero, al que se dio el visto bueno en el Consejo del Agua de la Demarcación en septiembre de 2015, así como en el Consejo Nacional del Agua de 30 de septiembre de 2015. 

Sin embargo, los regantes aseguran que actualmente no encuentran la misma colaboración por parte del Organismo de Cuenca, «ni a la hora de elaborar las normativas que van a regular nuestro funcionamiento, ni en la resolución diligente y efectiva de los problemas del día a día que sufren las comunidades».

Propuestas tumbadas

Ferduero explica que en esta ocasión la oposición de los regantes esta basada, por un lado, por que no han tenido en cuenta la mayoría de las propuestas plasmadas en las más de las 1.000 alegaciones presentadas por todos los colectivos que agrupan a los regantes y por ellos mismos en particular. «Su marcado carácter ambientalista ha dejado a un lado la satisfacción de las demandas», asegura Ferduero, en referencia a la falta de compromiso para determinar los orígenes de la contaminación difusa y de realizar las investigaciones necesarias para reducirla e, incluso, eliminarla, y en que se sigan manteniendo los caudales ecológicos máximos. También se refieren a la negativa de que las comunidades que no tienen firmadas encomiendas y convenios de modernización «no vislumbran posibilidades de ejecución de obras al menos a corto y medio plazo».

Los regantes también critican que no se atiendan todas las peticiones de incrementos de regulación, ya que las que figuran ahora ya estaban en el plan anterior. Por otro lado denuncian que se sigue sin redactarse ni una sola coma de los proyectos comprometidos, como es el caso de las balsas de La Rial y Los Morales, en el Órbigo, con una Declaración de Impacto Ambiental positiva desde mayo de 2018. Como propuesta ante los muchos ajustes de hectáreas y dotaciones a la baja para intentar demostrar que se cumplen las necesidades, un nuevo sistema para calcular las dotaciones futuras y que no se unifiquen por Sistemas de Explotación. «Que remos que se cierre definitivamente la amenaza continua de modificación del régimen económico financiero en lo que pueda afectar a los usuarios regantes y que se reconozca de forma clara y rotunda que ya recuperamos los costes que tenemos que recuperar en base a nuestras circunstancias climáticas, territoriales, económicas y sociales», explican.

Acuerdos puntuales
Piden que se aumenten las regulaciones y que se avance en la construcción de las balsas del Órbigo

En segundo lugar, explica que se desacuerdo, es porque la credibilidad de la Administración Hidráulica en general y de la Confederación Hidrográfica del Duero en particular, está para ellos en «entredicho» por dos cuestiones fundamentales. La primera es que «en el día a día la administración, una cosa es lo que firma y lo que propone y otra cosa es lo que ejecuta o lo que hace», mientras que  la segunda es que «en el caso del Organismo de Cuenca se han firmado convenios, como el de recaudación, solicitado múltiples colaboraciones con esta administración, ha habido compromisos surgidos en varias reuniones o pedido apoyo y solución de numerosos problemas que afectan a las Comunidades y a pesar de las buenas palabras nunca ha habido resultado positivo alguno, eternizándose los expedientes en el tiempo, llegando en muchos casos a una judicialización de toda la actividad administrativa con dicha administración».

Ante esta situación, los regantes reconocen no sentirse «cómodos» en esta situación de ruptura y confrontación. «Lo que deseamos es que haya diálogo y colaboración y que entre todas las partes busquen puntos de encuentro y acuerdos tal y como ha ocurrido con los planes anteriores». Por eso ofrecen a la Confederación, a la Dirección General del Agua y al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico una nueva oportunidad de diálogo para consensuar el nuevo plan. «Apelamos a su sensibilidad y empatía hacia las gentes que han apostado por quedarse en el territorio, los auténticos actores del reto demográfico, que quieren seguir viviendo de su actividad en un franco equilibrio entre la sostenibilidad económica y la ambiental», asegura Ferduero, que asegura que «no nos parece razonable que las personas que legislan no tengan en cuenta a los que sufren las consecuencias, mientras que a ellos no les afectan esas decisiones».

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