La Diputación se ofrece a hacer un informe sobre la expropiación del puerto de Pinos
Desde la Junta se advierte de que el Ayuntamiento de Mieres no tiene potestad para impedir entrar a ganaderos leoneses
La decisión del Ayuntamiento de Mieres de acotar la entrada de ganaderos al puerto de Pinos, ubicado en la localidad de San Emiliano de Babia, ha tenido ya las primeras reacciones de las administraciones leonesas.
En primer lugar, el vicepresidente primero de la Diputación de León, Matías Llorente, calificó de «alucinante» la decisión del Ayuntamiento de Mieres, propietaria de las más de 900 hectáreas de pastos ubicados en territorio leonés, de impedir la entrada durante los meses de abril y mayo a los ganaderos de las localidades babianas de Villargusán, Candemuela, Pinos y San Emiliano, los únicos pueblos que tiene reconocidos sus derechos históricos para pastar en estos terrenos, con el pretexto de que se regeneren los pastos. «Estamos hablando de los mejores terrenos para el ganado de Babia, lo que no se entiende es qué hacen en manos del Ayuntamiento de Mieres», aseveró Llorente.
Por este motivo, el vicepresidente, que afirma que la institución provincial no tiene competencias para iniciar un proceso de expropiación, anima tanto al Ayuntamiento de San Emiliano, como a las juntas vecinales afectadas a que lo hagan para recuperar estos terrenos alegando que es de interés de uso público para la zona de Babia. «Lo único que sí puede hacer la Diputación es encargar al Servicio de Asistencia a Municipios (SAM) un informe jurídico que sirva como base para iniciar el proceso, y para estudiar las distintas posibilidades», afirma Llorente.
Por su parte, fuentes de la delegación territorial de la Junta consultadas por este periódico no han querido entrar a valorar esta posibilidad, limitándose a decir que «el Ayuntamiento de Mieres no tiene ningún tipo de potestad para impedir la entrada de ganaderos leoneses en unos pastos ubicados en la provincia de León», afirman.
Tanto es así, que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León emitió una sentencia en diciembre de 2021 en la que rechaza el recurso presentado por el Ayuntamiento asturiano contra la decisión de los juzgados de León que dieron la razón a la Asociación Montaña de Babia y Luna, que defiende desde hace más de 13 años, que este puerto leonés, del municipio de San Emiliano, no puede ser gestionado como término municipal de Mieres, aunque sea propietario de los terrenos, ni ejercer competencias ganaderas ni medio ambientales.
Por eso, el Ayuntamiento de Mieres no podría, de ningún modo, acordar el acotamiento de estos pastos, pese a ser de su propiedad, ya que la decisión, justificada por motivos ambientales como la regeración del terreno, implica ejercer una competencia fuera de su límite autonómico.
El concepto de expropiar un terreno alude a la privación de la propiedad privada o el derecho de la misma en virtud de la necesidad de su uso público. Es la propia Constitución española la que detalla que la administración tiene derecho de expropiar un terreno con fines públicos o de interés social.
Sin embargo, también es cierto que es la misma Constitución la que afirma que si un ayuntamiento quiere expropiar un terreno debe valorar y pagar la cantidad justa por los bienes y derechos expropiados.
De hecho, si un ayuntamiento quiere expropiar un terreno, solo puede hacerlo para utilidad pública o interés social. Pero sea cual sea la razón, la administración deberá abonarte un precio justo a modo de indemnización por la pérdida de los bienes y los derechos expropiados, y puesto que se trata de los pastos de un gran valor ambiental y ganadero, el precio que se podría pagar por el puerto de Pinos puede ser alto. Cabe recordar que cuando el Ayuntamiento de Mieres compró por subasta pública estos terrenos, a la Fundación Sierra Pambley en 1926 ya se pagó la alta cantidad para la época de 415.600 pesetas.
Desde el Ayuntamiento de Mieres se defiende el derecho a la propiedad privada para hacer uso de sus bienes.
Asturias y León mantienen desde hace más de un siglo el pulso por el uso de estos valiosos pastos. El Ayuntamiento de Mieres adquirió los terrenos en 1926, comprados en subasta a la Fundación Sierra Pambley, aunque el principal valedor de la fundación, Francisco Fernández Blanco de Sierra y Pambley, dejó escrito en su testamento una cláusula que reconoce el derecho de pasto a las cuatro pedanías de san Emiliano. El coste de dicha compra ascendió a 415.600 pesetas.
A pesar de ello, han sido muchos los conflictos vividos a lo largo de los noventa años trascurridos. Tan solo cuatro años después de la venta, en 1929, comienza la batalla por redimir a los ganaderos de las cuatro juntas vecinales leonesas de los derechos históricos de pasto y aprovechamiento que poseen, formalizándose a través de la demanda judicial que el Ayuntamiento de Mieres presentó en 1950, demanda que no fructificó, tumbando el Juzgado de Murias de Paredes el propósito del consistorio Asturiano en el verano de 1956.
A partir de ahí, han sido muchos los intentos de Mieres de acotar los periodos de pasto de las reses leonesas siempre a través de reglamentos nulos de pleno derecho.
La única solución definitiva pasa por recuperar el territorio leonés, compensando económicamente el valor patrimonial de la titularidad estos montes públicos. En este sentido, la Diputación de León hizo en mayo de 2007 una detallada estimación del valor del Puerto de Pinos, dando como resultado un valor agrario de 315.397 euros y una valoración de las edificaciones de 526.574,91 euros. Debe tenerse en cuenta el alto valor ambiental y ganadero de esta zona ubicada en el Parque Natural de Babia y Luna.