Historia de la central térmica de La Robla
Las emblemáticas torres de refrigeración de la central térmica de La Robla quedaron reducidas a escombros después de que a las 13.00 horas de este viernes se detonaran los explosivos que pondrán fin a 50 años de historia minera
La cuenta atrás para que uno de los últimos bastiones mineros de la provincia quede reducido a escombros comenzó a punto. Todo estába preparado para que a las 13.00 horas las míticas torres de la térmica de La Robla se desdibujaran para siempre del paisaje de la montaña central leonesa, no sin protestas .
Durante las últimas horas, técnicos de Naturgy han trabajado para reforzar el operativo de seguridad con el se tratará de garantizar el normal transcurso de la monumental voladura que podrán fin a estas dos infraestructuras de 100 metros de altura y más de 9.000 toneladas de peso cada una.
La expectación, tanto por parte de los vecinos como de los medios de comunicación por seguir esta voladura, es máxima. «Efectivamente hay una cierta nostalgia en La Robla por la desaparición de las torres, pero lo cierto es que llevan ya mucho tiempo paradas y lo que hay que pensar es que después va a venir un proyecto muy importante para nosotros, la construcción de una planta de hidrógeno verde en estos terrenos, que supondrá la creación de muchos puestos de trabajo», declaró ayer el alcalde de La Robla, Santiago Dorado, que pidió a la empresa Naturgy que se aceleren los plazos para que esta planta sea una realidad cuanto antes. «Hay que mirar al futuro», concluyó
Según fuentes de la empresa, los últimos trabajos realizados estos días se han centrado en la retirada de nidos de aves próximos a la central, para evitar que resulten afectados por la explosión, así como otros animales que pudieran «colarse» en el perímetro de seguridad establecido de 200 metros.
Esta zona quedará desde primera hora acordonada, y se cortará la carretera que conduce a la central 20 minutos antes de la explosión. Obviamente, será evacuada y se vigilará en todo momento que nadie acceda en dicho perímetro minutos antes de la deflagración.
En cumplimiento de las medidas de seguridad aplicables a esta voladura, la empresa propietaria de este complejo ha realizado los pertinentes avisos a las autoridades competentes, como al Ayuntamiento de La Robla o la Guardia Civil. Dada la situación de la central y la ubicación de las torres de refrigeración en el recinto, no se ha observado la posibilidad de riesgos para otras construcciones.
Con la voladura de se da un paso más dentro del proceso de desmantelamiento de la central que comenzó hace un año, y que cuenta con un presupuesto de 12,9 millones de euros. Hasta ahora las actividades realizadas han consistido principalmente en el achatarramiento de equipos, situados en el interior de las edificaciones. En pie quedarán aún las dos chimeneas de la central, cuya voladura está prevista para 2023.
Máxima seguridad
Se acordonará un perímetro se seguridad de 200 metros y se cortará la carretera 20 minutos antes
La central térmica de La Robla apagó su actividad en julio de 2020, después de 50 años de funcionamiento. Construida en 1970, la central llegó a emplear a 300 trabajadores en la época de mayor rendimiento.
Poco después de que se procediera a su cierre definitivo, Naturgy y Enagás anunciaron la construcción en los terrenos de la térmica de La Robla de la mayor planta de hidrógeno de España, que producirá hasta 9.000 toneladas al año de hidrógeno renovable, y que contará con una inversión de 200 millones de euros.