La Junta convoca subvenciones por 96.000 euros para paliar los posibles daños del oso
Las ayudas son para comprar dispositivos de protección de colmenas y otras explotaciones
La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio publica ayer la orden por la que se convocan subvenciones con un presupuesto total de 96.000 euros con cargo a la anualidad 2022 destinadas a la adquisición de pastores eléctricos y otros dispositivos de protección, como ahuyentadores, repelentes automáticos de activación por movimiento y/o dispositivos de apertura automática, destinados a prevenir los daños y perjuicios ocasionados por el oso pardo en entornos urbanos.
Podrán ser beneficiarios de dichas ayudas las personas físicas o jurídicas de derecho privado legalmente constituidas, así como las comunidades de bienes, propietarias o usufructuarias de asentamientos colmeneros, balas de forraje ensilado o comederos de pienso asociados a explotaciones agrarias, huertos y formaciones de frutales. Se considerarán como prioritarios aquellos asentamientos colmeneros que hayan sufrido daños constatados por oso pardo en los dos últimos años y que se ubiquen en la zona de presencia habitual de la especie, entendida ésta a los efectos de esta norma, como aquellos términos municipales en los que se tiene constancia de la presencia de la especie en los últimos 5 años anteriores a la fecha de publicación de la orden de convocatoria correspondiente.
La cuantía de la subvención será del 80% del coste de adquisición de los equipos, con un límite máximo de 360 euros para los pastores eléctricos, mientras que para la adquisición de otros dispositivos como ahuyentadores o dispositivos de apertura automática la ayuda tendrá un máximo de 160 euros.
El plazo de solicitud será de un mes a contar desde el día siguiente al de publicación en el Bocyl..
Una vez concedida la subvención, el plazo máximo para presentar la documentación justificativa por el beneficiario será de 30 días naturales.
De esta manera desde la Administración se establece una medida preventiva sobre estos recursos tróficos que, junto con las actuaciones correctivas de condicionamiento negativo (o medidas aversivas) que se están desarrollando por personal especializado de la Consejería.