El alcalde explota contra la Diputación y la Junta por la falta de agua en Alcuetas
Pellitero se siente «impotente» ante un problema «que se veía venir» y del que alertó hace un año
El alcalde lleva con su propio tractor agua a la pila donde beben los animales. MEDINA
El alcalde de Villabraz, Ricardo Pellitero, explota contra la Junta y la Diputación por la falta de agua en la localidad de Alcuetas, perteneciente al municipio.
Pellitero tiene que hacer un esfuerzo para morderse la lengua ante lo que considera una sensación de total «impotencia». Él mismo lo explica. Según señala, a finales del verano pasado «se cegó» el pozo artesiano que nutría de agua a Alcuetas, una pedanía que en invierno apenas cuenta con una veintena de familias, pero que en los meses de verano llega a multiplicar varias veces su población.
«En aquel momento, a finales del mes de agosto, ya lo puse en conocimiento de la Diputación y de la Junta de Castilla y León para ver qué soluciones podíamos encontrar para no llegar a este verano y encontrarnos como nos encontramos; sin agua si venía seco», explica Pellitero.
«En Diputación me dijeron que había un plan para esto de 20.000 euros. Con eso no hacemos nada porque hay que realizar un nuevo sondeo que cuesta unos 150.000 euros. Ni dedicando todo el dinero de los planes provinciales que nos corresponde al municipio nos llegaría», asegura.
Visto que en Diputación no había nada que hacer, el alcalde recurrió a la Junta de Castilla y León. Era el mes de octubre y no llegaba respuesta. Y pasó noviembre y diciembre. «Y en enero me llamaron para comunicarme que la obra la realizaría el Somacyl financiando el 80% del coste. El otro 20% lo tiene que poner el pueblo». Entonces comenzó el proceso administrativo. Elaboración del proyecto, permisos, licitación... «Hasta que en mayo me reuní con una técnico del Somacyl a la que le pregunté: ‘No llegamos para el verano, ¿verdad?’. Y la respuesta fue clara: ‘creo que no’».
Hasta que el pasado jueves pasó lo que el alcalde se temía. En un año tan seco como el actual, el pueblo se quedó sin agua. «Al cegarse el pozo artesiano veníamos tirando de una antigua fuente artesiana que da para lo que da. Para el invierno que hay poca población sí, pero para un verano tan seco y con el aumento de población no».
En ese momento hablamos con Diputación y nos dijeron que tenían un camión cisterna de 10 metros cúbicos, que no es nada, y que el coste era de 72 euros la hora desde que sale de León. Y que teníamos que encargarnos nosotros de dónde coger el agua. Eso, económicamente para nosotros era inviable. También nos informaron de una empresa. También inviable».
Entonces, manos a la obra, tuvieron que buscar una solución. El propio alcalde, acompañado del pedáneo y de algunos voluntarios limpiaron el depósito de agua y una empresa «amiga» les ha ido llevando cubas de agua trabajando hasta por la noche «para salir del bache».
Te olvidas de carreteras...
«Te sientes impotente porque está avisado hace un año y sabíamos que era algo que podía pasar como ha pasado. Estamos hablando de que los vecinos y los muchos veraneantes no tienen agua para fregar los platos, tirar de la cisterna o duchar a los niños. En esos momentos de olvidas de los baches de las carreteras, del castillo y de todo. Te olvidas de los consultorios que te cerraron y no te los han vuelto a abrir. Solo te sientes impotente porque están avisados hace casi un año y ha pasado lo que sabíamos que iba a pasar», lamenta Pellitero.
«Ahora estamos tirando ‘a pozadas’ de la vieja fuente artesiana como solución momentánea, que no sé para cuanto nos durará. Además, estamos llevando agua con una cisterna para una pila de la que beben animales».
Y concluye afirmando que «luego se les llena la boca a los de un partido y a los de otro, y a los nuevos salvatierras, de que se preocupan del medio rural».