Riaño y Mampodre piden compensaciones al parque regional por «27 años de agravios»

La asociación de las juntas vecinales de la montaña de Riaño y Mampodre han solicitado reuniones con el consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Reto Demográfico, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y con el director General de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz Sanz, para debatir sobre la gestión del parque regional.

El motivo de esta convocatoria es la petición de cuentas e inversiones tanto de la consejería como de Patrimonio Natural en este espacio. «Creemos desde esta asociación que los distintos organismos que gestionan y administran este territorio lo hacen desde la más profunda incapacidad y desidia, e incluso de una forma desleal». Además, señala la asociación, se siguen dando «continuas promesas incumplidas» en la gestión de los recursos de este territorio que «nos pertenece y el sentimiento de expropiación que ello conlleva, nos obligan hacer unos planteamientos claros, concisos e innegociables tanto a la Consejería de Medio Ambiente Vivienda y Ordenación de Territorio, como a Patrimonio Natural y Política Forestal».

Desde esta asociación se aclara que de no ser atendidas sus peticiones «iniciaremos el proceso para obligar al Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre a abandonar nuestro territorio reservándonos el derecho de posibles reclamaciones por los daños y perjuicios causados durante estos veintisiete años de su gestión».

Chus Sánchez, portavoz y vocal de la asociación, lamenta que después de seis meses en los que se les dijo que iba haber una reunión «seguimos igual, sin ser escuchados. Están pasando de nosotros». Matizó que de seguir siendo ignorados «tenemos muy claro que vamos a pedir que el parque regional se vaya de nuestro territorio si esta situación no cambia. Los propietarios de todos los recursos que hay aquí y de los montes somos nosotros y no ellos. Los que están aquí invadiendo las competencias de las junta vecinales son la Junta de Castilla y León y el parque regional. Esto va a ser una batalla entre David y Goliat».

Desde las juntas vecinales consideran que la dejadez es tal que después de tres años de cambiar la denominación del parque regional por montaña de Riaño y Mampodre, la Junta no se ha dignado a cambiar los carteles que «nos identifican».

Otra de las curiosidades es que en la pagina web de Patrimonio Natural, que depende de la Junta de Castilla y León, «el dato de población del parque está tomado de año 2001, hace 21 años, mientras que los datos de los osos los tienen contados uno a uno». Otros temas en los que se ven afectados son las promesas incumplidas, las infraestructuras abandonadas así como los montes que «suponen un peligro considerable para incendios ahora que el tema está lamentablemente muy de actualidad». A esto hay que unir a los servicios prometidos en el Plan de Ordenación de los Recursos naturales (PORN).

El puesto del director del parque regional lleva vacante dos años. Además denuncian que no existen presupuestos. «Nos financian con partidas extraordinarias que es lo más apropiado para evitar un posible control», aseguran. También recuerdan que la ley de ordenación y gestión lleva caducada 13 años.

Otro de los temas importantes es que se va a exigir un presupuesto anual gestionado desde la montaña de Riaño, «con el soporte técnico de la Junta de Castilla y León que para eso están. Pero la gestión se hará desde aquí», matizó Sánchez.

También se va a pedir, en la reunión que tengan con la Junta de Castilla y León , detalle de todas las subvenciones que llegan de la Comunidad Económica Europea y cómo se distribuyen estas ayudas. Se señala que son tantos los temas que dejan a las claras el total abandono al que han tenido sumido a las juntas vecinales y a los propietarios de los terrenos del parque.

También exigirán el cumplimiento de la legislación de régimen local, así como su reforma para potenciar el papel de las juntas vecinales y de los concejos en la aplicación de las políticas públicas en el medio rural y en la gestión del patrimonio.