Las zonas de montaña piden instaurar los pagos por servicios ambientales
Se trata de incentivos a la población local por aplicar prácticas beneficiosas para los ecosistemas
La Asociación Española de Municipios de Montaña (esMontañas) reclama la instauración de un esquema de Pagos Por Servicios Ambientales (PSA) en España.
Los pagos por servicios ambientales, también conocidos como pagos por servicios (o beneficios) ecosistémicos, son incentivos ofrecidos a los agricultores, ganaderos y selvicultores en compensación por las prácticas beneficiosas para los ecosistemas que realicen. Se trata de completar el «quien contamina paga» con el «quien lo hace bien, recibe».
La gran cantidad de incendios de este verano han puesto de manifiesto los graves problemas ambientales que se han creado por el abandono de los montes en nuestro país. «Se muestra evidente que las políticas ambientales de las últimas décadas han fracasado y hay que dar un cambio de timón en la gestión ambiental de nuestros montes», declaró el presidente de esMontañas, Marcel Iglesias.
Según esta asociación, tener un medio ambiente sano, unos ecosistemas capaces de proveernos de recursos de una forma ecológica y respetuosa con la biodiversidad, hay que contar con los únicos que pueden hacer una gestión de todo territorio: las personas que se dedican a la agricultura, la ganadería y la selvicultura. Por eso creen que «es imposible gestionar un territorio tan extenso como es España de espaldas a los gestores de los montes», ya que las actuales normas ambientales se han mostrado por lo general inefectivas en la protección de la naturaleza.
«Prohibir las actividades tradicionales e incentivar el abandono de los montes, junto con la situación de calentamiento global, han llevado a los montes españoles a una situación «realmente peligrosa en lo que se refiere a la posibilidad de que se vean afectados por grandes incendios, como hemos visto este verano», explican desde esta asociación.
«No podemos evitar que haya incendios, pero podemos evitar que los incendios sean tan grandes y que tengan consecuencias devastadoras. Sacar a la gente de los bosques no es la solución, la solución es una gestión sostenible y unos paisajes adaptados a la situación ambiental actual. Como seres humanos dependemos de los servicios que nos prestan los ecosistemas, no solo los materiales como la madera o los alimentos, sino el agua que bebemos, la pureza del aire que respiramos o la neutralización de las emisiones de CO2 dependen de que los ecosistemas de montaña se mantengan en buen estado». En este sentido destacaron que «hoy por hoy estamos ignorando la posibilidad que tendría el beneficio social ya ambiental del pago por servicios ambientales», ha explicado Iglesias.
«Las zonas de montaña son ambientalmente muy sensibles, tenemos la obligación de cuidarlas. Desde esMontañas proponemos que haya políticas específicas para las zonas de montaña que incentiven la producción ecológica y las prácticas ambientalmente sostenibles. Políticas que pongan en valor la labor de las personas que viven del monte y trabajan en el, los que lo cuidan. Políticas que fomenten el relevo generacional y que eviten el abandono rural».
El pago por servicios ambiental puede cumplir una importante doble función ambiental y social: mejora la capacidad de adaptación de los ecosistemas a la nueva situación ambiental y combate el abandono rural mejorando las economías locales y dando valor a los aspectos ambientales.
«El pago por Servicios Ambientales no es un subsidio, ni un regalo por vivir en una zona de montaña. Se trata de que cobre aquella persona o empresa que puede cuidar de ese recurso ambiental y conseguir la mejora de este», explicó el presidente.