Los pendones leoneses ondean en honor a los pastores

La Fiesta del Pastor de Los Barrios de Luna volvió en su 45 edición, tras dos años suspendida por la pandemia, con los pendones leoneses ondeando y la música de Sones de León en la campa del pantano. Un lugar que sólo se abre al público para esta cita de septiembre y en el que ayer se dieron la mano la Montaña de Luna y Australia y Nueva Zelanda, los corderos de Extremadura criados por ganaderos de León y los mastines leoneses con los llegados desde Italia, República Checa y Polonia.

Una fiesta de interés turístico provincial que aspira a alcanzar el título de interés «regional, por lo menos», como dijo el alcalde, Jesús Darío Suárez, en la que fue investido como Pastor Mayor de los Montes de Luna 2022 Elías Fernando Rodríguez Ferri y los rabadanes, Ruperto Rodriguez, de La Vega de Robledo, y Benilde Suárez, de Abelgas con sus flamantes títulos, cayados y zurrones.

Gregorio Fidalgo Tejedor, pastor trasterminante entre Abelgas y el Páramo, recibió el premio Ganadero Emprendedor de la Fundación Vista Linda de Australia y Nueva Zelanda, de manos de su presidenta, Jayne McKelvei, Pastora Mayor 2013 junto con su marido, el recordado Antonio Regueiro Díaz, que falleció el pasado marzo.

«Sus raíces le trajeron a León y aquí se ha quedado habiendo podido hacer carrera en Madrid», resaltó sobre el nuevo pastor mayor, Félix García, pastor mayor de los Montes de Luna 2019. El que fuera catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de de León y presidente de la Academia de Ciencias Veterinarias de Castilla y León, además de asesor científico en la comisión de roedores y el coronavirus en la Comunidad, recordó su infancia «mezclándome con las merinas en el barrio de la Sal, que venían de Benavente por el cordel», a su maestro oriundo de uno de pueblos inundados por el pantano de Luna y a Paulino García, el Manco, cuyas cenizas de esparcieron ayer en Genicera junto a su pelliza, de cuando «nos regalaba historias de pastores en Carbajal de la Legua.

Ferri agradeció «este honor que me llega en la madurez después de muchos años en la sanidad pública y la docencia». Tras repasar las muchas campañas de sanidad animal que le llevaron a recorrer la provincia, en ocasiones declarando «campos malditos» hizo un recorrido histórico para ensalzar al buen pastor. «Debe saber más cosas que otros oficios de campo» y tener «capacidad de entendimiento y comprensión, paciencia y cuidado en las tareas, y fuerza física».

«Casta de identidad singular», que dijo Antonio Viñayo y que con sus asambleas «logró el reconocimiento de los reinos de León y de Castilla con la creación del Real Concejo de la Mesta», abundó Ferri. «Es una hazaña que la trashumancia haya sobrevivido al siglo XXI», pero la situación no es halagüeña, puntualizó con datos de quien más sabe de otro pastor mayor, Manuel Rodríguez Pascual: «de las 500.000 ovejas que venían ahora no llegan a 10.000 aunque aumentan las vacas y hay no menos de 90.000 ovejas trasterminantes». Ferri abogó por las nuevas tecnologías para hacer más liviana la dura profesión, reclamó consenso para alcanzar «valores aceptables de carga en la población lobera» que con 179 manadas localizadas y 210 ataques a los ganaderos leoneses requiere intervención por los daños materiales y «por el impacto psicológico». «El uso del mastín (frente al lobo) da los mejores resultados», señaló al mencionar el auge que vive esta raza de guarda de ganado.

El Pastor Mayor de los Montes de Luna 2022 lamentó que en León no haya aún una escuela de pastores, como en otras provincias, e instó a las consejerías de Medio Ambiente y Agricultura y Ganadería a impulsarlas junto con la Diputación y la implicación de la Facultad de Veterinaria.

Por último, recordó los beneficios ambientales y para la calidad alimentaria, así como el resurgimiento del interés de los ganaderos jóvenes por el pujante mercado de la lana merina, con cruces de merinas de Nueva Zelanda y Australia con españolas, como ha hecho la ganadería creada por Argimiro Rodríguez, pastor leonés oriundo de Tejerina, en la cabaña de Fuente de los Romeros, en la comarca extremeña de la Serena.

En el concurso internacional de mastines participaron más de un centenar de ejemplares. Entre los laureados, el Mejor Cachorro fue para Bruma, de Los Piscardos de Héctor Luis Gutiérrez, de León; Navarra de Antalmuhey, de Francisco Torrijos, de Palencia se alzó con el Mejor Absoluto. El Trofeo «Emilio Álvarez» al mejor mastín ganadero fue para Retama, de Manuel Morán, de Los Barrios de Luna.