Ferduero considera un «expolio» las intenciones del ministerio
La Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Duero (Ferduero) tildaron ayer de «despropósito» el desembalse de agua a Portugal para cumplir con el acuerdo de Albufeira.
Un convenio sobre cooperación para la protección y el aprovechamiento sostenible de las aguas de las cuencas hidrográficas hispano-portuguesas, firmado por España y Portugal el 30 de noviembre de 1998 para la administración y uso hídrico de las cinco cuencas hidrográficas que comparten, entre ellas la del Duero, al que ahora han mostrado su oposición.
«Los primeros perjudicados fueron los regantes de Salamanca, con los desembalses extraordinarios de Santa Teresa, Águeda e Irueña y ahora les ha tocado sufrir las consecuencias a las comunidades de regantes de León, con las sueltas de agua a mayores que desde el pasado viernes 9 de septiembre se están produciendo en los embalses de Riaño y Porma, en el sistema Esla-Valderaduey», lamenta el colectivo por medio de un comunicado.
«Denunciamos este expolio que se está produciendo de manera unilateral y sin ningún tipo de diálogo, algo muy propio del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, que continuamente le da la espalda al regadío y al mundo rural», manifiestan desde Ferduero tras preguntarse por «¿quién se beneficia realmente de todo esto?».
En opinión de Ferduero, «toda esta agua va a ser turbinada en los diferentes saltos hidroeléctricos existentes en la cola de la parte española de la demarcación, cuya explotación está compartida por España y Portugal en los más de 100 kilómetros del Duero internacional».
«Aunque embalses como Ricobayo o la Almendra también suelten agua para este fin, a esos caudales les van a sacar la producción oportuna, mientras que la nuestra la perdemos sin ningún provecho», subrayan.
«Con el fin de dejar todo el agua posible en los embalses para ayudar a garantizar la siguiente campaña, llevamos muchos años funcionando con dotaciones máximas y cupos por comunidades que se respetan escrupulosamente. Y la prueba palpable es que hemos podido satisfacer las demandas de los cultivos en la mayoría de los sistemas de explotación a pesar de la grave sequía padecida, gracias a los ahorros producidos en la campaña anterior. Y ahora tenemos que contemplar con impotencia como los ahorros de la campaña actual son saqueados por una decisión unilateral del Gobierno», concluyen.