A VUELO DE DRON
Luna se desangra por la sequía. Así está el pantano
La memoria de los 16 pueblos enterrados bajo las aguas emerge ahora en un año muy complicado por la ausencia de lluvias
León necesita agua. La lluvia que cayó este viernes apenas alivia la situación de sequía que sufre la provincia leonesa, aquejada, como el resto de España, por la ausencia de precipitaciones. Las imágenes que arroja el pantano de Barrios de Luna son elocuentes. Y preocupantes . No se recuerda algo parecido en los últimos años. Está prácticamente seco .
Pueden verse las columnas de los puentes y los restos que descansan sobre el fondo. Incluso cruzarse de punta a punta sin mojarse. En el vídeo que acompaña esta información, grabado con un dron este viernes, se aprecia el aspecto fantasmagórico que muestra Luna, que en estos momentos está a tan solo el 8% de su capacidad, muy por debajo de los niveles habituales por estas fechas. De hecho, en 2021,el mismo día, estaba 20 puntos por encima.
Los pueblos sepultados entre 1951 y 1956 bajo las aguas del pantano emergen de nuevo con la sequía. Aparecen las piedras y se secan al sol los últimos restos de Las Ventas de Mallo, Cosera, El Molinón, Miñera, San Pedro de Luna, Lagüelles, la venta de Campo de Luna...
El pantano de Luna nació oficialmente en 1945. El 7 de septiembre de 1951 comienzan los desalojos en Barrios y Láncara, pero el vaciado de los pueblos se terminó en 1954. Fueron tres años largos de agonía, como recordó la periodista de Diario de León, Ana Gaitero, en un amplio reportaje publicado el 27 de agosto de 2017. Cerca de 1.600 habitantes -relataba entonces- salieron de los 16 pueblos y barrios anegados o abandonados posteriormente al quedarse sin prados y fincas para subsistir con la actividad tradicional. Hoy no queda casi nadie en el entorno, sobre todo cuando llega el frío.
Pueblos cuyos nombres quedaron sumergidos en el pozo del olvido, hasta que hace dos años los rescataron en Bustillo del Páramo. «Nombradles y no habrán muerto», dice el monumento erigido como tributo al sacrificio de Arévalo, Campo de Luna, La Canela, Casasola, Cosera, Lagüelles, Láncara de Luna, Miñera, Mirantes de Luna, El Molinón, Oblanca, San Pedro de Luna, Santa Eulalia de las Manzanzas, Trabanco, Mallo y Ventas de Mallo. Falta el nombre de Truva, que, al igual que Trabanco, era un barrio de Barrios de Luna. En cuanto a Mallo, es el único que pervive como núcleo real. El pantano de Luna, con ser el cuarto de la provincia en capacidad, es el primero en cuanto a número de poblaciones sumergidas: 16 en total. La sequía de este año devuelve a la memoria todos esos recuerdos.