Ribera insiste en que el futuro no es abrir las minas sino industrializar las cuencas

La vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, defendió ayer en el Congreso que el futuro no es reabrir minas, sino ofrecer alternativas industriales en sus cuencas e intensificar la transición hacia un ‘mix’ 100% renovable, reduciendo el consumo de combustibles fósiles y preparándose para escenarios de escasez de recursos. La vicepresidenta respondió así durante una interpelación urgente en la sesión de control al Gobierno en la Cámara Baja en la que el diputado José María Figaredo, de Vox, le afeó el fin del carbón así como la posibilidad de explorar yacimientos gasísticos o la explotación por ‘fracking’, señalando que las energías renovables también generan dependencia por los materiales que exige y «pegas ecológicas». «Renovables sí, pero con justa medida y paciencia», aseveró.

«¿En qué mundo y en qué año se ha quedado usted anclado?», replicó la vicepresidenta, reprochando a Vox que quiera «regalar miseria» con la reapertura de unas minas que tuvieron que ser nacionalizadas para evitar suspensión de pagos en los años 70, afirmó, y que sufrieron «décadas de abandono».

Ribera reconoció que 2022 ha sido «el peor año hidráulico en décadas», que ello ha afectado a la capacidad de generación de electricidad a través de energía hidroeléctrica, pero que esto responde a la falta de lluvia y no a la gestión de las cuencas hidrográficas.

«Los embalses están vacíos porque no llueve, es algo relativamente fácil de entender», explicó, danto respuesta así a los elevados precios de la electricidad, pese al mecanismo ibérico, en relación a otros países más dependientes del gas, como Alemania. Sin embargo, el diputado José María Figaredo ha reprochado que esto respondía a que en ese país «funcionan a golpe de ciencia y de números» y en el Gobierno lo hacen «a golpe de ideología» y «dogmas».

Por otra parte, Ribera defendió que España «ha dado un giro copernicano a lo vivido con anterioridad» en materia energética. En un respuesta a una interpelación al diputado Albert Botran, de la CUP, Ribera advirtió de la necesidad de «una transformación muy profunda» en el modo de consumir, «teniendo claro que hay límites al crecimiento».

Así, subrayó que se está «al borde temporal de reaccionar con solvencia» para asegurar oportunidades de «presente y futuro», tras una invasión de Ucrania por Rusia que ha acelerado todo. «Tenemos la oportunidad de repensar un modelo poco y mal distribuido, basado en pocas infraestructuras y pocos actores a la hora de tomar las decisiones», afirmó.

A este respecto, destacó la oportunidad que representa el despliegue del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima como ‘hoja de ruta’ para esta década, así como el impulso de las renovables, la eficiencia energética, el almacenamiento o el autoconsumo, en la búsqueda de «una transformación profunda», dando además «certidumbre a los inversores y pendiente del impacto ambiental».

Asimismo, incidió en la obligación de «tener claro» que las personas «siempre» deben estar «en el centro de la decisión», ya que «son los destinatarios y beneficiarios de las políticas».

Por otro lado, varios activistas ecologistas del movimiento End Fossil Occupy anunciaron ayer «encierros y concentraciones» en facultades universitarias e institutos de varias provincias españolas desde ayer para «denunciar la proliferación de nuevos proyectos de combustibles fósiles». La movilización está coordinada dentro de una campaña internacional que busca impulsar al movimiento estudiantil para ocupar «cientos de escuelas y universidades de todo el mundo» hasta finales de diciembre de este mismo año, con objeto de «exigir que la academia -las autoridades universitarias- tome partido formalmente» ante las consecuencias de la crisis climática.

El comunicado advierte de acciones en «al menos cinco provincias españolas» aunque sólo precisa que, en el caso de Madrid, la intención de los activistas es ocupar los edificios del campus en las facultades de Ciencias.