Morán arremete contra los bancos por sus ganancias «insultantes» a costa de los pueblos

El abandono de las entidades bancarias al mundo rural ya es un hecho palpable que el presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, expuso ayer en la Comisión de Desboblación y Reto Demográfico del Senado, un foro en el que repasó las medidas que la institución provincial está poniendo en marcha para paliar esta exclusión financiera y entre las que destaca la puesta en marcha de dos rutas con oficinas móviles para atender las necesidades de los vecinos de al menos 110 municipios y la publicación de una convocatoria de ayudas a los ayuntamientos para sufragar el gasto de alquiler, adecuación y mantenimiento de un local como oficina de atención personalizada.

El presidente provincial aseveró que se está «agravando una situación de desamparo» para los habitantes del mundo rural porque «si no damos un servicio tan importante como es el servicio bancario será un motivo más para que las personas no se queden a vivir en los pueblos y por supuesto no regrese nadie».

«Me parece que es un insulto que cuando estos grandes bancos nos vende sus grandes cifras de beneficios sean a costa de haber abandonado a un número reducido de personas,pero no menos importante, que viven en los pueblos», aseveró Morán que, según reiteró, «se han quedado desamparados».

El presidente provincial, que repasó los datos que demuestran la debacle poblacional en León, «con cerca de 2.000 personas que abandonan cada año nuestra provincia», apostó porque lo servicios esenciales en el medio rural sean «al menos, similares a los que puedan tener las personas que viven en las grandes ciudades». Un objetivo por el que «tenemos que hacer todo el esfuerzo» desde las administraciones.

Abandono de la gente mayor

Afirmó que se trata de «una situación de abandono, de desatención» que sufre especialmente la gente mayor, «habituada a manejar el dinero en metálico». Morán destacó que el esfuerzo económico que se está realizando para llevar la fibra óptica a la mayor parte del territorio beneficia a las nuevas generaciones, pero las personas mayores «necesitan otro tipo de atención y tiene que ser una atención presencial».

El presidente provincial señaló que desde la Diputación se está intentando paliar esta situación, «aunque no es una competencia expresa» y que supone un esfuerzo económico, y también desde la gestión porque hay una ley «que nos ata» y que «nos dejan una situación de desamparo e indefensa, porque no podemos solventar la situación de reparo que ponen los servicios de Intervención».

En este caso concreto, sobre las propuestas que se realizan para la exclusión financiera, el presidente provincial aseveró que en el de la Diputación de León «tenemos graves y serios problemas para poner en marcha algunas de las iniciativas hasta el punto que se nos ha cuestionado».