Discuten por el ganado y acaban a tiros en pleno campo

Un varón que la emprendió a tiros con otro en una discusión por el ganado se enfrenta a una pena de siete años de prisión, acusado de un presunto delito de homicidio en tentativa. Según el Ministerio Fiscal, el día 7 de noviembre de 2019 sobre las 17.45 horas, los implicados coincidieron en un camino e iniciaron una discusión por razón del ganado de la víctima, que en ese momento estaba pastando, en ese contexto y situación, el acusado se bajó del vehículo de motor en el que iba y cogió de debajo del asiento una pistola de aire comprimido con la que disparó en cuatro o cinco ocasiones al primero sin alcanzarle, emprendiendo éste la huida a la carrera.

Minutos después, el acusado dio la vuelta con el coche en el camino y volvieron a coincidir, pues la víctima estaba arreando las vacas para recogerlas. Bajó del coche con un monedero entre sus manos y guiado por el ánimo de acabar con la vida del otro, se dirigió hacia él y cuando estaba a metro y media de distancia del mismo, sacó del monedero una pistola, le apuntó a la cabeza y disparó, alcanzándole el proyectil en el antebrazo izquierdo, pues en acto reflejo e instintivo el agredido levantó los brazos para protegerse la cara, ya que de lo contrario le habría impactado en la misma. Inmediatamente el herido, con un palo que llevaba para el ganado le dio un golpe en la pistola, la cual cayó al suelo, y cuando el agresor intentó recuperarla, le propinó otros golpes más en la espalda, y en el momento en que intentaba entrar en el coche, le sujetó y tiró de la cabeza hacia atrás enganchándole por los ojos, abandonando el lugar rápidamente los acusados cada uno en distinta dirección.

El autor de los disparos carecía de licencia que le habilitase para la tenencia y uso de armas. El arma que usó disparó un proyectil con unas características comunes a las de los proyectiles que engarzan algunos cartuchos pertenecientes a la munición metálica de percusión central del calibre 22 Long Rifle (5,56x 15 mm R), presentando el cañón que monta el arma que disparó el proyectil características similares a los que montan, entre otras, algunas armas con su cañón transformado o de fabricación artesanal.

Como consecuencia de estos hechos ambos acusados resultaron con menoscabos en su integridad física, de modo que el agresor sufrió contusiones no específicas en la cabeza y en la espalda, y laceraciones conjuntivales con hiposfagma en ojo izquierdo, que no requirieron de tratamiento médico posterior a una primera asistencia facultativa, y curaron sin secuelas en doce días de perjuicio básico. 

Por su parte, el agredido sufrió lesiones consistentes en una herida en sedal con orificio de entrada en el borde cubital de la cara anterior del antebrazo izquierdo, que requirieron de tratamiento médico-quirúrgico posterior consistente en la extracción del proyectil bajo anestesia local y curas posteriores, tardando en curar treinta días de los cuales tres fueron de perjuicio grave, dieciocho de perjuicio moderado y nueve de perjuicio básico, quedándole como secuela por perjuicio estético ligero una cicatriz de cinco centímetros en la región cubital de la cara anterior del antebrazo izquierdo, valorada de 1 a 6 puntos y generando unos gastos sanitarios al Sacyl de 1.253,40 euros que esta entidad reclama.

Los hechos son constitutivos de homicidio en tentativa, tenencia ilícita de armas y lesiones. Para el autor de los disparos se piden siete años de cárcel, y para el disparado, por repeler la agresión, tres meses de multa a razón de 10 euros diarios (900 euros).