La España vacilada da la campanada
Fáfilas, con 21 habitantes, organiza una fiesta de Nochevieja por todo lo alto como una denuncia del abandono del mundo rural
El mundo rural está harto de que cuando llegan las elecciones los políticos de uno y otro signo lo utilicen en sus proclamas, pero apenas pasan los comicios nadie se acuerde de ellos. Fáfilas, un pequeño pueblo de solo 21 habitantes situado a escasos kilómetros de Valencia de Don Juan, lanza un grito para el año que entra y quiere hacerlo con una fiesta de Nochevieja por todo lo alto. No faltará el cotillón, una orquesta de primer nivel que llena plazas durante sus giras de verano... y mucha diversión.
Bajo el lema «la España vacilada da la campanada», el pedáneo de la localidad, Ricardo Pellitero, quiere dar visibilidad y denunciar de este modo el abandono que sufre el medio rural, muy especialmente los pequeños pueblos como el suyo. «Nuestras fiestas en 2023 coincidirán con las elecciones municipales y casi no podremos organizar nada. Así que lo haremos ahora, en Nochevieja, para demostrar que los pequeños también estamos vivos aunque los que mandan no se acuerden de nosotros», afirma.
La celebración tendrá lugar en una carpa instalada para la ocasión. Comenzará con las campanadas donde Rubén García actuará de maestro de ceremonias. Le acompañarán ‘Chus La Pedroche’ y ‘la prima de Pellitero, Windi, una sudamericana que llega desde Miami’. Toda una sorpresa que arrancará las risas de todos los presentes. Su traje ha sido diseñado expresamente por la diseñadora Sara Toral.
Tras ello vendrá la actuación de la orquesta Grupo Radar, una de las más reputadas de la provincia de León que pondrá las notas musicales con canciones de todos los estilos.
La asistencia es limitada, por lo que hay que hacer reserva previa en los teléfonos 650 572 523 y 625 444 244. Ayer ya había más de 150 personas confirmadas tanto de otras localidades cercanas como del resto de la provincia o, incluso, de las de Zamora y Valladolid. Para asistir será necesario aportar un donativo de 10 euros. A cambio la organización entregará un cotillón, una copa de champán, sopas de ajo y chocolate. Aún hay plazas.
Fáfilas, con esta iniciativa, quiere demostrar que los pueblos están muy vivos y que solo falta que quienes mandan vuelvan sus ojos hacia ellos. Ahora lo hacen con una fiesta que, amén de pasarlo bien, tenga una importante repercusión para poner de manifiesto que aquí también se puede disfrutar y vivir con dignidad. Quieren, como dice el propio cartel anunciar del acto, ‘dar la campanada’. Y, sin ninguna duda, lo están consiguiendo.