Barrios de Luna encara fin de año con apenas un tercio de sus reservas
Pese a las precipitaciones, el embalse arrastra la situación límite en la que terminó septiembre
Al 33,4 por ciento se encontraban ayer las reservas del embalse de Barrios de Luna, a pesar de un trimestre razonablemente lluvioso que ha aliviado sensiblemente la situación del resto de los pantanos de la cuenca del Duero en León. El embalse está arrastrando la precaria situación en la que acabó el último año hidrológico, con sus reservas al mínimo después de una dura campaña de riego en la que los agricultores se apretaron el cinturón para poder abastecer a todas las comunidades de regantes. Ahora mismo presenta unas reservas similares a las que tenía el pasado mes de agosto, en plena campaña de riego.
Actualmente, Barrios de Luna mantiene 104,3 hectómetros cúbicos, 60 menos que los que registraba el año pasado por estas fechas y cuarenta menos que la media de los diez últimos años, mientras que las reservas en el Porma, Riaño y Villameca ya superan el 40 por ciento —con creces en los dos primeros casos—.
La última semana ha sido fructífera para la presa, que ha conseguido almacenar 16,2 hectómetros cúbicos, pero es preocupante que a estas alturas del año aún no se haya acumulado nieve en sus montañas, que son la auténtica fuente de agua para garantizar una campaña estable.
Según los datos que maneja la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), en lo que va de año hidrológico han caído en Barrios de Luna 299,5 litros por metro cuadrado.
En el último informe de seguimiento del Plan de Sequía emitido este mes por el organismo regulador de la cuenca, el indicador de escasez en la Unidad Territorial del Órbigo —que se calcula con el almacenamiento en los embalses de Barrios de Luna y Villameca— había evolucionado del nivel de alerta que registraba en octubre, al de prealerta, una situación que no suele ser habitual en estas fechas cuando la media sitúa las reservas en niveles de normalidad que ya registra, por ejemplo, el sistema Esla-Valderaduey.