La Junta descarta que la tuberculosis de los jabalíes de Riaño afecte a la cabaña ganadera
Medio Ambiente de León afirma que no se ha detectado «ni un caso más» desde los registrados el año pasado
A pesar de los recientes casos de tuberculosis detectados en algunas piezas de jabalí en el cuartel de caza de Riaño, y a la espera de los resultados de los últimos análisis de las muestras llevadas en diciembre al laboratorio para confirmar si son casos aislados o no, fuentes del Servicio de Agricultura y Ganadería de la Delegación Territorial de la Junta en León han descartado que el ganado bovino de la zona esté en riesgo de contraer la enfermedad.
De hecho, aseguran que no se ha registrado «ni un solo caso más» después de los detectados el año pasado . De todos modos, la campaña de saneamiento obliga de eliminar «todas las piezas de caza» que presenten lesiones compatibles con esta enfermedad o con otras, antes incluso de que se mande la muestra al laboratorio.
Fuentes de la Delegación recuerdan que la provincia de León tiene prevalencia cero en 2021, por lo que ya ha iniciado los trámites para declarar a la provincia como oficialmente indemne a dicha enfermedad.
Hace unas semanas el sindicato Asaja había denunciado que los análisis que se estaban realizando a los jabalíes abatidos en cacerías de la Reserva de Caza de Riaño ponían de manifiesto la presencia de tuberculosis bovina en esta especie salvaje y en algunos casos las lesiones son tan evidentes que ha obligado al decomiso de toda la canal.
Lo que está denunciando la organización agraria es que los animales silvestres son los que trasmiten de un lugar a otro , a la cabaña ganadera, la tuberculosis. Ahora mismo las restricciones que se les impone a los ganaderos es imposible la trasmisión de unas explotaciones a otras.
A este respecto se indica que un ganadero que está solo y no sale de su zona de producción de repente le aparece un animal con brucelosis cuando él tiene su toro y sus vacas y lo que hace es sacar los terneros de su explotación para la venta. Además no ha traído o comprado ningún animal de otra ganadería. La pregunta es «¿por qué aparece de la nada en esa explotación la tuberculosis?».
Hace unos 15 años se empezó con una política de tuberculosis cero. Antes, los montes de las juntas vecinales eran utilizados por los ganaderos de cada pueblo, es decir, tenían licencia para todo el monte, lo que se conocía como las veceras.
Pero lo que tuvieron que hacer las entidades propietarias es dividir el monte en zonas para darles un Cea de explotación o código en el que solamente podía haber un ganadero. Esto llevó a que cada ganadero en el pueblo en vez de comer los pastos en común como se hizo tota la vida, a cada uno se le asigne una zona del monte para que no estén en contacto unos animales con otros. «Ahora lo que está sucediendo es que el jabalí está conectando esos terrenos que supuestamente están aislados e independizando unos de otros. Luego cualquier medida sanitaria de la erradicación de la tuberculosis no tiene mucho efecto y no permite controlar la enfermedad». La comarca de Riaño estaba con carta verde de tuberculosis al pasarse una serie de controles que había dado negativo en las pruebas. Ahora con el vector de los animales salvajes pone de manifiesto que la brucelosis bovina no se puede controlar según denuncian los ganaderos y Asaja.