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Rivas acepta la oferta de Turespaña y renuncia a que Laciana tenga parador

El Ayuntamiento se escuda en una votación popular que contó con un 3,25% de participación

Obras de demolición de las antiguas escuelas, que se derribaron para construir el parador. JESÚS

Villablino

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El Ayuntamiento de Villablino acepta la oferta de Turespaña de 544.000 euros y la reversión de los terrenos, tras la votación popular que convocó el consistorio lacianiego, en la que participaron un total de 241 personas, de un censo de más de 8.000 habitantes, lo que se traduce en un 3,25 por ciento. Este es el aval municipal para renunciar a uno de los proyectos más importantes para la revitalización de la comarca.

El Ayuntamiento señala en un comunicado que del número total de votantes, 198 personas aceptan la oferta y 43 lacianiegos están en contra, y por lo tanto «los terrenos volverán a estar en manos del consistorio» y se continuará «planeando una pronta intervención para que se ponga en valor el solar favoreciendo el futuro del valle».

Y es que la intención de este Ayuntamiento es la puesta en marcha de un centro humanitario para dar cabida a 200 personas, 40 empleos directos y un valor añadido para el municipio de cinco millones de euros al año. Aunque por el momento, el consistorio no se ha pronunciado sobre si también llevará a cabo una consulta popular para la construcción de este servicio.

Respecto a la compensación económica de 544.000 euros, dice que irá «directamente» a los presupuestos municipales, en concreto al capítulo de inversiones. Teniendo en cuenta los márgenes de tiempo con los que funcionan este tipo de empresa pública, lo más probable es que el dinero llegue a las arcas del Ayuntamiento dentro de 2023, teniéndolo a su disposición el siguiente mandato corporativo.

La participación se puede considerar muy baja teniendo en cuenta el número de habitantes de la comarca y además que incluso se abrió para los mayores de 16 años, y se dieron dos opciones de participación, de forma telemática y presencial.

Sin embargo, el Ayuntamiento considera que «las cuotas de participación de este proceso rondan el 3,25%, una media similar a la de otros municipios del mismo tamaño» y que incluso aumentarían en comparación con procesos puestos en marcha en Asturias. Además, alegan que en este tipo de actividad política suelen participar únicamente personas involucradas con el municipio.

Discrepancias

Durante el proceso participativo, muchos lacianiegos señalaban que no querían votar porque la decisión podría estar tomada y la votación no era vinculante ni perceptiva. Otros afirmaban que su decisión era en base a que los políticos cobran sueldos para tomar decisiones y no para dejarles una responsabilidad al pueblo. Mientras que otros no quisieron ir a votar al considerar que una empresa privada no tiene el derecho de conocer los datos personales mediante un censo y volver a retomar esta propuesta a tan solo cuatro meses de las elecciones municipales.

Por su parte, el consistorio afirma que consideran la participación ciudadana como uno de los pilares de la que debería ser una sociedad que «mira al futuro, justa y cohesionada». Por eso, uno de los caminos que se plantea para el futuro del municipio es darle más peso a estos procesos y que formen parte de la forma de hacer política en el valle».