Una clara «motivación cinegética» y daños ya «irreparables» en el medio natural

En la jornada de este miércoles prestaron declaración diferentes peritos, tanto de la Guardia Civil como de la Junta de Castilla y León, para valorar las consecuencias del incendio, y para determinar las distintas conclusiones del origen del fuero que calcinó 9.800 hectáreas, dos mil de ellas de espacio protegido.

De lo que nadie duda es de que se trata de un incendio intencionado y con una clara motivación cinegética. Así lo puso de manifiesto el perito de la Guardia Civil, experto en psicología, que declaró desde Madrid. Autor del perfil del incendio, elaborado en base de los datos obtenidos de las investigaciones que son comparados con otros incendios similares, llegó a la conclusión que su origen responde a una clara motivación cinegética, ya que se originó en un coto privado de caza, donde después se encontraron huesos de animales y cartuchos. Descartan la limpieza para uso ganadero ya que en el pueblo ya no queda ninguna ganadería, sólo un rebaño de ovejas que pasta al otro lado del valle, por lo que el uso para pastos se descarta, al igual que la motivación vandálica, dado el perfil de los habitantes del pueblo. De lo que tampoco cabe duda, para el agente de Medio Ambiente que elaboró el informe de las causas y  este viernes también pasó por la Audiencia, es que  «tuvo que ser alguien del pueblo», ya que es un acceso muy poco transitado, por el que no pasan personas ajenas. 

El perito que evaluó los daños, que se calculan en más de 10.4 millones de euros, valoró que a parte de esa pérdidas, por el valor de los recursos que se han perdido, está el «grave» perjuicio que este incendio, «de los peores que ha registrado Castilla y León» ha causado en el medio ambiente, que en algunos casos será «irreparable» por mucho tiempo que pase.