150.000 árboles para dar sustento al oso cantábrico

El proyecto Life ‘Osos con Futuro ’ pretende mejorar la adaptabilidad del oso pardo al cambio climático en la cordillera Cantábrica con la plantación, en varias fases, de 150.000 árboles y arbustos autóctonos productores de frutos carnosos en 225 bosquetes que ocuparán unas 155 hectáreas.

A ellos se sumarán 25.000 castaños autóctonos que serán injertados con variedades locales en otros 75 bosquetes que ocuparán en torno a 55 hectáreas, según explicó el presidente de la Fundación Oso Pardo (FOP), Guillermo Palomero, en la presentación de este proyecto en la pedanía lacianiega de Caboalles de Arriba junto con La Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).

El proyecto se desarrolla en ocho zonas de la Red Natura 2000 para los 370 osos censados, con un presupuesto de 2.580.000 euros y está previsto que finalice en la primavera del año 2025.

La primera campaña de plantaciones se ha iniciado en la zona del Alto Sil con la plantación de especies autóctonas y productoras de fruto que sirven de alimento para el oso pardo. Se están plantando especies productoras de frutos carnosos, como cerezos, manzanos, arraclanes, mostajos y serbales.

Antes de que finalice esta primera campaña de plantaciones, que se estima entre marzo y abril, se plantarán también castaños, especie productora de frutos secos que adquiere un gran interés para el oso pardo en escenarios de cambio climático, permitiendo el logro de un estado de conservación favorable de la especie a medio y largo plazo, con un enfoque ecosistémico, promoviendo las mejores prácticas y soluciones que favorezcan la expansión de los recursos alimenticios de los osos y la prevención de los conflictos con las actividades humanas.

 

Respecto a los nuevos frutos, el cerezo es la especie de interés trófico osero que primero fructifica, a principios de verano, por lo que sus azucarados frutos son muy buscados por el plantígrado. Los arraclanes fructifican en el mismo periodo que los arándanos, por lo que resultan una alternativa óptima a éstos.

A su vez, los manzanos empiezan a fructificar a finales de verano y principios de otoño, e incluso pueden alargar el periodo de fructificación según la variedad hasta finales de año, por lo que son una especie de gran interés, especialmente en años de pocos hayucos y bellotas.

Las castañas son un fruto seco de alto poder calorífico; un requisito indispensable para que los osos engorden y pasen el invierno, y también para que las osas preñadas lleven a buen término su reproducción, pues dependen de la disponibilidad y la calidad del alimento otoñal. Es importante asegurar la correcta ubicación de las nuevas masas de castaños.

 

Hay que tener en cuenta que el cambio climático favorece que los osos hibernen durante menos tiempo o no lo hagan por lo que es previsible que haya más osos activos en invierno. Los impactos previstos en las áreas oseras a causa del cambio climático apuntan a una reducción en la disponibilidad de sus alimentos, especialmente los frutos.

Las actuaciones están cofinanciadas por el programa LIFE de la Unión Europea bajo la coordinado de la Fundación Oso Pardo y cuenta como socios con la Fundación Biodiversidad y la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, entidad dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León. Cuenta con el apoyo del Gobierno de Asturias, a través de la Dirección General del Medio Natural y Planificación Rural de la Consejería de Desarrollo Rural, Agroganadería y Pesca, así como de la Fundación Tierra Pura.