«Dimos todo lo que había que dar. Para mí la mina murió aquel día»
Los cinco trabajadores que prestaron declaración ayer como testigos de las acusaciones en la vista oral por el accidente de la Vasco resultaron lesionados al acudir a rescatar a los compañeros afectados por el escape de grisú el 28 de octubre de 2013. Todos ellos relataron dónde se encontraban y cómo acudieron al macizo 7º cuando se produjo la invasión de metano. Explicaron que no recibieron órdenes expresas de entrar a la galería donde se encontraban los cuerpos de los mineros que trataron de huir del escape, pero coincidieron en que todos los mineros habrían hecho lo mismo por sus compañeros.
Especialmente emotivo fue el testimonio de Óscar Gutiérrez Calvo, que llevaba diez años trabajando en la Vasco (antes había sido leñador y trabajado en la construcción).
«El plantilla nos dijo que nos pusiéramos el autorrescatador porque los que entraban a recuperar a las víctimas estaban cayendo también». Sólo pudo entrar una vez. Ayudó a sacar a Roberto Crespo. «Tuve que parar antes del final, no podía respirar. Pero me quité el guante y vi que tenía pulso, así que lo sacamos. Si hubiera dado cuatro pasos más habría caído».
Acudió a médico tiempo después del accidente. «Lo intenté, pero no podía con ello. Todo lo que tenía que dar lo había dado ya. Para mi la mina murió aquel día».
Volvió a trabajar en la mina. «Nos dijeron que no hiciéramos nada, pero que no nos vieran por allí los compañeros».