Las familias reiteran que existía preocupación
Ayer declararon ante el Juzgado de lo Penal 2 de León viudas y familiares de los seis mineros fallecidos en el accidente del Pozo Emilio. Coincidieron en señalar que había temor entre los trabajadores por la forma en que se desarrollaba la explotación. Declararon José Manuel González, hermano de Orlando, porque su madre sufre alzhéimer y no pudo testificar; así como Gloria Patricia Collado, pareja de José Antonio Blanco y madre de sus dos hijos, que eran menores cuando se produjo el accidente. También Isabel de la Fuente Mateos, viuda de Roberto Álvarez, que tenía entonces un hijo nacido en 2013 y una niña que nació en mayo de ese año. Tanto Roberto como Manuel Antonio Moure eran miembros de la Brigada de Salvamento, y sabían que habían despedido a los dos ingenieros en abril por «no querer arriesgarles». Declararon también Manuel Moure y Verónica Alonso, padre y viuda de Moure, que había sido padre hacía 40 días.