Accidentes e incidentes
El actuario del servicio de Minas en los meses previos y el momento del accidente se negó a reconocer ayer que los repetidos casos de subidas de nivel de metano en el Pozo Emilio, algunos de los cuales provocaron daños a varios mineros y que se establecieran disposiciones de seguridad a mayores por la grisuosidad de la mina, fueran accidentes que tuvieran que ser comunicados a la autoridad minera. Especificó que accidentes son aquellos que causan víctimas mortales o heridos graves, y que lo demás son «incidentes». Y que el hecho de que se repitieran era cuestión de la empresa, que era la responsable de la seguridad en las explotaciones.
También da por buenos los informes sobre los planes de seguridad enviados por la compañía minera, que se elaboraban como eran preceptivo con carácter bianual por una auditora externa (Aitemin). Vidal señaló que no había recibido nunca quejas o temores sobre la seguridad en la que se desarrollaban las tareas en el grupo.