La falta de lluvia pone en jaque el modelo de agricultura en Francia
La falta de lluvia pone en jaque el modelo de la agricultura en Francia. El seco invierno francés obligará a nuevos gestos de ahorro de agua en el país durante este verano, sobre todo de parte del sector agrícola, que debe optar cuanto antes por cultivos que exijan menos riego.
Entre el 21 de enero y el 20 de febrero no cayó una gota de agua en Francia, algo nunca visto desde que hay registros. Tras un verano de fuerte sequía y varias olas de calor y un otoño de lluvias moderadas, esos 31 días de sequía tendrán consecuencias en los próximos meses.
La agricultura será uno de los grandes damnificados, sobre todo los cultivos del sur del país, entre los que destacan las flores usadas en la perfumería artesanal.
Chantal Gascuel, especialista en agua del Instituto Nacional de la Investigación de la Agricultura, la Alimentación y el Medio Ambiente, prevé unos años arduos por el impacto del calentamiento del planeta y por la falta de preparación para mitigar los efectos de la ausencia de precipitaciones. «Esta crisis del agua aumentará en años venideros», opinó Gascuel, autora de decenas de artículos y obras sobre el uso racional del agua en la agricultura. Para la investigadora, urge ahorrar agua en el corto plazo, tanto por parte de los ciudadanos como del sector agrícola. «Ellos (sector agrícola) son conscientes de la necesidad de cambiar, pero son más favorables a hacerlo a través de mejoras técnicas».