La Cabrera se inspira en los grandes

Más de 250 voluntarios, cien más de los previstos inicialmente, hicieron ayer realidad un nuevo impulso a la recuperación de Valdavido, en La Cabrera, en la que es ya la segunda jornada de plantación del proyecto Fantástico Bosque. Esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de Life Terra y la Junta Vecinal de Valdavido en un proyecto diseñado por SEO/BirdLife, ha tenido este año un componente altamente emotivo para todas aquellas personas que aman a la naturaleza, y lo han hecho y lo hacen a través de la literatura. Y es que la jornada de este año ha querido rendir un homenaje a dos grandes del siglo XX, al naturalista y activista, Félix Rodríguez de la Fuente, y al novelista Miguel Delibes. Para recoger ese reconocimiento y el cariño de todas las personas que admiraban a estas dos personalidades, estuvieron ayer en Valdavido la hija de Rodríguez de la Fuente, Odile, y el nieto de Delibes, Pacho, que compartieron pico y pala con los voluntarios, y también anécdotas y la lectura por parte de Pacho de parte de un fragmento del discurso con el que su abuelo entró en la Real Academia Española en 1975. También compartieron algunas curiosidades, como que el ilustre escritor dedicó a Félix, su amigo del alma, una de sus grandes obras, Los Santos inocentes . Odile también se emocionó al recordar la vinculación de su padre con La Cabrera, ya que parte de los lobos que salen en El Hombre y la Tierra, «procedían de estos parajes», recordó.

Lo que para todos es innegable es que «estas dos personas son de las que más han hecho por la cultura y también quienes más amor han despertado por la naturaleza», comentó Carlos Javier Durá, uno de los organizadores de la jornada.

Tampoco faltaron a la cita el alcalde de Truchas, Francisco Simón, y la Banda de Gaiteros de Quintanilla de Yuso, que con su música y sus bailes amenizaron la jornada.

Por lo que se refiere a la jornada, ayer se plantaron unos mil árboles de 16 especies autóctonas, que se suman a las casi cuatro mil que se plantaron el año pasado, en la misma zona. El objetivo, crear masas forestales mixtas que den cobijo y alimento a la fauna local. Ello permitirá generar cinco bosquetes que estarán compuestos de mostajo, ciruelo, arraclán, avellano, aliso, fresno, sauce, melojo, serbal, manzano silvestre, cerezo, abedul, acebo, rebollo, rosal silvestre, tejo y arce.

Los objetivos de la iniciativa son fomentar los sumideros de carbono y evitar la pérdida de biodiversidad, lograr la protección del suelo, recuperar y mejorar hábitats degradados, promocionar una cultura corporativa de protección ambiental, generar empleo verde en la población local e incrementar la percepción positiva hacia el patrimonio natural de los habitantes de la comarca.

Mientras se realizaban las labores de plantación era inevitable que la vista de los voluntarios se fuera al lugar donde esta misma semana se quemaron 40 hectáreas por unas quemas controladas que se complicaron. Y es que la metodología utilizada en estas plantaciones, la de la bosquete-isla, evita precisamente que propague el fuego.

En la charla previa a la plantación se volvió a plantear la necesidad de contar con una figura de protección que ordene y gestione los recursos de la comarca de La Cabrera. Sobre la mesa, la histórica petición de declarar la zona parque natural o reserva de la biosfera, «dos figuras que además de proteger los recursos podrían servir de motor económico para la zona, con empresas de turismo sostenible, y manteniendo los usos y tradicionales de esta zona como pueda ser la caza o la ganadería», explicaron.

Hace ya años que la asociación Cabrera Natural presentó una propuesta en la Junta de Castilla y León para iniciar los trámites para la declaración de la Cabrera parque natural, propuesta que aún no ha tenido respuesta por parte de la administración autonómica.