Portilla de la Reina abre la primera vía ferrata del Parque Regional a 1.471 metros
El trayecto cuenta con un recorrido de 550 metros, una escalera aérea, dos desplomes y un espectacular mirador
Portilla de la Reina abrió ayer la primera vía ferrata del Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, y la cuarta en la Montaña Oriental leonesa. Cuenta con una longitud de 550 metros con un desnivel de 250 metros y con una dificultad de k3+, llegando a la cima del pico Cabrón de 1.471 metros de altitud. Dispone de una escalera volada única en la provincia.
En su presentación se dieron cita el presidente de la junta vecinal, Raúl Canal, el ingeniero de la empresa Betula, Javier Fernández, además de Kike Calleja y Julio Ludena, de la empresa Cover Vertical, que fue el en diseñador del trayecto. El principio de esta vía se inició en el año 2018 con Luis Compadre como presidente de la junta vecinal. «Tiene la particularidad de que es una roca pudinga con conglomerado de cuartita con tramos duros y blandos. Lo más espectacular es el mirador desde donde ves todo el paisaje de los Picos de Europa. Es una gran oportunidad para el turismo y para el desarrollo sostenible y la empresa de ocio», aseguró Fernández.
Calleja, alpinista, aventurero y comunicador, tras finalizar este recorrido manifestó que lo más importante es el entorno en que se encuentra ubicada. Destacó la importancia de que estos pueblos de la montaña de León tengan actividades para hacer, ya que es una manera de acercar la montaña a la gente que «no es experta en escalada pero puede hacer una ferrata preparándose en el uso del material». Resaltó del trayecto que está muy bien diseñado, seguro y, sobre todo, la bajada que «es muy segura y cuenta con maromas para poderse agarrar en las zonas más complicadas. Es accesible con una dificultad de K3 y una escapatoria». Dijo que es recomendable por las vistas, la gente del lugar, el paraje y la ferrata en sí.
Ya hay tiempo a batir
El joven David Compadre realizó la subida a la ruta en 34 minutos en su primer intento
El joven David Compadre, natural de Portilla de la Reina, hizo ayer la subida de la vía ferrata en 34 minutos. Señalaba que lo más complicado fue el tramo de la escalera, ya que «impone la vista aérea, y el final que cuenta con una par de barrigas o desplomes que te obligan a tirar de brazos y de espalda».
La subida la encabezó Julio Ludena que fue el diseñador del trayecto e indicó que el problema de las vías ferratas es la logística y el desarrollo de las mismas. Destacó que más que la dificultad lo importante ha sido el recorrido para que la gente tenga un itinerario de aventura. «Hemos intentado sacar el recorrido lo más sinuoso posible para hacer los más metros porque lo que importa es que la gente esté más tiempo disfrutando de la vía». El mayor problema ha sido subir el material a 1.471 metros para montar el mirador. Han sido más de 200 kilos de material que se tuvo que diseccionar para poderlo llevar.
Potencialidad
La vía es una forma para la acercar la montaña al público y una opción para el turismo activo
La Montaña Oriental cuenta con otras tres ferratas en Sahelices de Sabero, Cordiñanes y Cistierna
La montaña oriental leonesa dispone ya dispone de cuatro vías ferratas que abren un abanico importante al turismo. La primera se puso en marcha en Cordiñanes, municipio de Posada de Valdeón, y es ya un referente en toda la Cordillera Cantábrica y de Picos de Europa, debido a su longitud, el desnivel, la exigencia del recorrido y su imponente puente tibetano, así como por las espectaculares vistas que se perciben en todo el trayecto. Catalogada en la escala Hüsler como K4 (dificultad alta), consiste en una vía de 1.200 metros de recorrido y unos 350 de desnivel aproximadamente. Requiere cierta preparación física, aunque hay distintos tramos recomendados para diferentes niveles.
La segunda de las vías ferrata está ubicada en Sahelices de Sabero. Hace un año la puso en funcionamiento el Ayuntamiento de Sabero. Cuenta con un puente tibetano de 120 metros de longitud, el más largo de todo el país. Pero además dispone de otros ocho puentes, situados antes de éste, y que son de tipo ‘puente de mono’, alguno de ellos por encima de los 30 metros de longitud. El recorrido total de la vía superará los 500 metros.
Próximamente
La tercera vía ferrata está ubicada en el monte de La Peralina en Cistierna. Aunque los trabajos están prácticamente finalizados, aún está pendiente de que se abra al público. Cuenta con un puente tibetano de 60 metros de longitud.
Dispone de varias vías; una de ellas con una zona de escalera de una dificultad K4. El final del trazado de la vía ferrata culmina en una senda, desde donde realizar un descenso andando al punto de origen. En la parte inferior del trayecto se va a completar aproximadamente con 10 rutas de escalada.