«Innovamos con la riqueza de la huerta berciana y la agricultura local y cercana»

Laura Fernández Granada, que se crió en El Bierzo desde los 11 años, cuando llegó con su familia desde Colombia, consiguió graduarse en el ciclo superior de telecomunicaciones e informática y también en el de electrónica. Una formación que le abrió las puertas al mundo de las telecomunicaciones pero que no llenaba sus expectativas de vida.

En Londres descubrió la cultura culinaria vegana cuando aún no había calado este concepto en la sociedad española. Y poco a poco fue fraguando su pasión por la gastronomía con la idea de emprender. El Bierzo se abrió ante aquel sueño como una ventana ideal. «Se trataba de arrancar todo que es la huerta y la riqueza de El Bierzo con un proyecto innovador», explica.

Cuando empezó, en 2016, todo el mundo le decía: «¡Estás loca! ¿A dónde vas con el producto vegano en El Bierzo?». Laura Fernández tenía claro, sin embargo, que era el mejor sitio para hacer viable su proyecto. Por la calidad, por la autenticidad y por la posibilidad de trabajar de cerca con los productores locales.

Siete años después, la casa convertida en pequeña industria agroalimentaria en Carracedelo es una especie de laboratorio de la gastronomía más innovadora de la mano de Devegan Premium. «Carracedelo tiene una de las mejores huertas y frutales y es un lugar bien situado para el transporte y la conexión para la distribución», apunta.

La filosofía de trabajar con el pequeño agricultor la tenía muy clara y la conserva. «Es como volver a lo de antes, con el privilegio de tener las plantas cerca, embotar y consumir a lo largo de todo el año» y a la vez crear nuevos productos como los patés, las hamburguesas vegetales y los deshidratados. «Empezamos con los patés y hemos adquirido reconocimiento». Son alimentos que «conquistan el estómago» y también al jurado de la XVII edición de la Feria de los Productos de León (2021) que otorgó el premio al Producto Perecedero de Larga Duración a su crema de Pimientos y Castañas del Bierzo.

Detrás de Laura Fernández Granada, de 34 años, hay varias mujeres cuyo número varía según la época del año. La etapa de embotar, en el otoño, es la que tiene el pico de contratación temporal. Es el momento de envasar para disponer de materia prima durante todo el año para elaborar nuevos productos y vender.

La casa de Carracedelo cuenta con una sala de autoclavado y otra para almacenaje. «Empezamos de forma muy humilde porque no teníamos ni idea de cómo iba a salir este proyecto», señala la emprededora. Siguen en el camino. La mejor clientela la tienen en la hostelería de Ponferrada y en tiendas gourmet a nivel nacional.

Y aunque resulte chocante, que lo es, sólo el 5% de su público es vegano. «El nombre de la marca evoca lo vegano pero es un producto que da prestancia todo lo que tenemos y un valor añadido más allá de la tradición de embotar pimientos», subraya la fundadora de Devegan Premium. «Nuestro perfil mayoritario de de cliente no es vegano, sino personas que buscan la calidad, con cierta cultura y mentalidad viajera», explica.

Además, destaca la emprendedora, los productos veganos son aptos para todo el mundo y en manos de esta amante de la gastronomía ofrecen la oportunidad de probar sabores y combinaciones que pocas personas se atreven a imaginar. El mestizaje de productos en la cultura gastronómico fue algo que vivió muy de cerca en su etapa londinense. Allí descubrió las posibilidades culinarias de especias, frutos secos, hortalizas, legumbres, setas, algas... y «creaciones que son aptas para todos los públicos».

La diversidad de la cocina en Reino Unido le evocaba continuamente la riqueza hortofrutícola del Bierzo y decidió cambiar de rumbo su vida. «En el mundo de las telecomunicaciones tenía más oportunidades laborales pero no la satisfacción que deseaba», confiesa.

Después de siete años y una pandemia puede decir que «me siento orgullosa de haber sobrevivido» con una empresa joven que ofrece «algo tan diferente que la gente no conoce bajo ese concepto. Ha sido bonito hacerlo y continuar», subraya. «Queremos aportar y sumar a la gastronomía tan buena que tenemos». Con esta filosofía elaboran productos como la crema de pimientos con castañas, el hummus de legumbres y frutos secos, la sobrada vegetal hecha con tomates secos y piñones o la crema de remolacha con castañas. También embotan pimientos asados, castañas en almíbar elaboradas al modo tradicional y las hamburguesas vegetales.

La carta gastronómica de Devegan traspasa las fronteras bercianas sin alejarse de lo local y de una provincia que ofrece importantes producciones de legumbre y cada vez más de frutos secos. Para hacer el hummus se salió del guión de los garbanzos. «No quería ir a lo típico y fui a la alubia blanca con pipas, a las lentejas con cacahuetes, legumbres que tenemos en la provincia y son excelentes», puntualiza.

En una comarca cuya capital «pierde dos habitantes por día, la gente se va a estudiar fuera y no regresa y se está dejando que los pueblos se mueran, la economía no circula», lamenta. Por eso echa más en falta la falta de apoyo institucional a la hora de emprender. «Cuando voy fuera estoy vendiendo la gastronomía de aquí y no hay apoyo de las instituciones que se dan golpes de pecho diciendo que defienden el producto», explica.

Tampoco ve lógico que habiendo tantos sellos de calidad en El Bierzo, el del Pimiento Asado no dé cabida a productos como sus patés. «Deberían de sentirse orgullosos de que haya empresas que aportan algo diferente con productos de la tierra y que abogan por el productor local», recalca. Su mayor decepción con la administración fue cuando se tuvo que informar sobre el autoclave y en ninguna ventanilla le daban respuesta. «Noté falta de formación y conocimiento por parte de las instituciones en este aspecto. Después de dar vueltas por despachos me dicen que lo tengo que hacer por internet». se queja.

Laura Fernández Granada hace hincapié en que «cuando empiezas un negocio te abruma la cantidad de cosas que tienes que hacer». Afortunadamente, encontró apoyo en el Consejo Comarcal del Bierzo. «Estoy muy agradecida por el asesoramiento que me dieron, intentan ayudarte, pero tienen sus limitaciones».

En cuanto a las ayudas señala que recibió una de bonificación de seis meses de la cuota de autónomos y ya. Pese a las dificultades, defiende que El Bierzo ofrece unas grandes posibilidades como comarca rica que productos de la huerta y frutales. A falta de dinero para invertir en marketing y publicidad ha ideado eventos como las catas de verano para dar a conocer sus productos y maridarlos con otras elaboraciones locales en alianza con otros productores. «Vamos pasito a pasito». El próximo verano continuará con esta actividad que inició tras la pandemia y que cumple su tercera edición. Vinos, infusiones y cervezas se han maridado con tres tapas para acercarse a los productos de Devegan de manera muy sensorial. «Para que la gente vea que con los huntables y patés hay usos más allá de una tostada o canapé», apunta.

«Una cata es una experiencia gastronómica, de sabores, olores, colores y texturas y a la vez es una forma de crear sinergias con otros productores locales», defiende esta emprendedora con dos titulaciones de nivel universitario y que cambio la electrónica, el mundo del 5G y el algorritmo por la tradición culinaria más arraigada en El Bierzo con una pátina de innovación. Esta teleco confiesa que en el mundo de la gastronomía «soy autodidacta» pero está convencida de que «querer es poder y cuando crees en algo, lo creas». Para Laura Fernández Granada «merece la pena emprender pero creo que no es para todo el mundo. Para mí la satisfacción es ir recogiendo todo lo que he hecho de esfuerzo».