La comunidad continúa en peligro medio al menos hasta el día 11
Los incendios forestales no sólo tienen un impacto devastador para el medio ambiente, también tienen graves consecuencias económicas para las personas que viven de los recursos forestales.
La Ley de Montes dicta, en su articulo 92.1 del 6 de abril de 2009, que los terrenos forestales afectados por los incendios serán acotados al pastoreo por un periodo de cinco años, lo que significa que se suspende su aprovechamiento para el ganado y también para la actividad cinegética. En este supuesto no están incluidos los terrenos sometidos a quemas controladas debidamente autorizadas.
Actualmente la provincia de León hay en vigor 126 acotados, que afectan a un total de 12.087,71 hectáreas.
La mayoría de los acotados se encuentran en la comarca de La Cabrera, concretamente en Truchas, tanto en número como en superficie.
Esta medida se aplica durante un periodo de cinco años a contar desde la fecha del incendio, y no lleva implícito derecho a compensación alguna por parte del afectado. En todo este tiempo no se podrá ejercer el pastoreo ni la actividad cinegética salvo que haya levantamientos específicos, lo que ocurre en situaciones especiales, en las que se haya comprobado técnicamente que el terreno ha sido regenerado. Estos levantamientos pueden ser del total del incendio o parciales levantándose solo una parte del mismo (artículos 77 y 78 de la Ley 3/2009, de Montes de Castilla y León). En el caso de León se han levantado un total de 1.550 hectáreas de acotado al pastoreo, mientras que para la actividad cinegética no se ha llevado a cabo ningún levantamiento.
La suspensión podrá levantarse anticipadamente, mediante resolución motivada expresa del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la provincia, cuando se acredite la compatibilidad de los aprovechamientos con la regeneración del monte incendiado y con la restauración del hábitat y supervivencia de las especies de flora y fauna silvestre.
Son muchas las zonas de León como El Bierzo, La Cabrera y Laciana, —las más afectadas por los incendios forestales— que en los últimos tiempos vienen reclamando la derogación de esta medida alegando que no disponen de otros pastos para alimentar al ganado, y que precisamente ellos no han tenido nada que ver con estos siniestros y que, por el contrario, son los grandes perjudicados. Pero la Ley de Montes es firme y lo que persigue es evitar que en un mismo terreno, sea de titularidad pública o privada, se realicen quemas abusivas de matorrales cada temporada como sistema de limpieza, en vez de realizar labores de desbroce, que por otra parte son más caras y trabajosas que la tradicional quema de rastrojos. Sin embargo, y como también establece el mismo artículo, «la Consejería competente en materia de montes podrá autorizar el levantamiento de dicha suspensión cuando acredite la compatibilidad de los aprovechamientos con la regeneración del monte y con la restauración del hábitat y supervivencia de las especies de fauna y flora».
No es el caso de Asturias, que en el año 2016 aprobó una modificación de su Ley de Montes precisamente para levantar el acotamiento a los terrenos afectados por los incendios forestales, una media que ahora el Principado de Asturias se plantea recuperar por la oleada de incendios provocados que se vienen produciendo en las últimas semana de manera intencionada por quemas incontroladas ante la sospecha de que la modificación de la ley asturiana que permite a los ganaderos entrar en zonas quemadas podría estar relacionado con el aumento de los fuegos.
La Junta de Castilla y León ha vuelto a ampliar hasta el 11 de mayo la declaración de época de peligro medio de incendios forestales en toda la Comunidad, que lleva desde el pasado 31 de marzo, con lo que se mantiene la suspensión de todas las autorizaciones y comunicaciones de quema de vegetación y restos vegetales, y el refuerzo del personal de guardia y de los medios desplegados en las comarcas de riesgo.
La Consejería de Medio Ambiente ha explicado que la escasez de lluvias de las últimas semanas está provocando una sequía importante y la predicción de Aemet sobre los niveles de riesgo de incendio sigue siendo muy alto o extremo en amplias zonas de la Comunidad.
Entre las prohibiciones y limitaciones establecidas, se encuentran encender fuego en todo tipo de espacios abiertos, con la suspensión temporal, en tanto se mantenga el riesgo, de todas las autorizaciones concedidas de quema de rastrojos, de pastos permanentes, de restos de poda y de restos selvícolas. También figura encender fuego en las áreas de descanso de la red de carreteras, así como en zonas recreativas y de acampada.
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