Quiñones tilda de «anécdota» el retraso de pagos por el lobo
Pide a UPA-Coag que valore mejor «las bondades» de la orden regional
El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, respondió ayer a la organización agraria UPA-Coag, que se centró este lunes en una «anécdota» de retraso de pagos antiguos por daños del lobo, principalmente en León y para el que los funcionarios públicos «se están esforzando» en abonar cuantos antes. El consejero se molestó con la opa por que no destaque las «bondades» del departamento, que superó la posibilidad de otorgar estos pagos por daños gracias a la aprobación de una orden regional que alivia la catalogación del lobo en el Lespre y su protección al norte y sur del Duero.
«Lamento que se tome una anécdota de algunos y no se pongan de manifiesto las bondades de la actividad de la Junta con esa nueva orden de pagos compensatorios, que no solo lleva los pagos del sur al norte, sino que lo hace con carácter retroactivo al 21 de septiembre de 2021», apuntó el consejero, quien se refirió al «compromiso clarísimo» de su departamento, con más de cinco millones de euros con los ganaderos.
Poco antes de su participación en la Asamblea General Ordinaria del clúster de Hábitat Eficiente de Castilla y León (AEICE), Suárez-Quiñones expuso que existe una «actividad incesante de pagos» y ya se ha cerrado la posibilidad de abonar más de 500 expedientes que «no se podrían haber indemnizado después de la regulación del lobo en el Lespre».
Por ello, insistió en que «se pongan en solfa» las razones que han llevado a la situación actual y «qué ha ocurrido con la orden ministerial de lobo», que «es lo que tiene en jaque a la ganadería extensiva y semiextensiva». Por último, consideró que estas compensaciones «no tendrían por qué existir si continuáramos gestionando el lobo, que es lo que no tenía que haber eliminado nunca el Gobierno».
Suárez-Quiñones contestaba así a la Alianza UPA-Coag, que reclamó a la Consejería que indemnice los expedientes de reclamación por los daños producidos por los ataques de lobos pendientes de pago de los dos últimos años y que en algunos casos, señalaba, superaban incluso los 10.000 euros mencionado».