Los profesionales reclaman más ayudas y menos burocracia para atraer jóvenes
Diario de León y Abanca analizan los retos y las demandas de un sector clave en la provincia
Diario de León y Abanca dieron voz ayer a cuatro profesionales del campo en el foro organizado en el Club de Prensa sobre las Nuevas oportunidades en el sector primario de leonés . Han sido cuatro testimonios, cuatro experiencias con las que se ha profundizado en los problemas y los retos que plantea el que se considera como el sector productivo más importante en la provincia de León.
El director de Diario de León, Joaquín Sánchez Torné, que ha sido el encargado de conducir este debate, ha estado acompañado por el coordinador Agro de Abanca, Alfonso García Marcos, entidad que colabora activamente con los agricultores y ganaderos de la provincia para la puesta en marcha de sus proyectos.
Sobre la mesa se han puesto las demandas y sobre todos los principales problemas con los que se enfrentan los profesionales del campo en su día a día.
Es el caso del incremento de los costes de producción, que según el responsable de Abanca, «esta dejando sin liquidez a muchos productores».
Estos elevados costes que está soportando el sector «al final los acaba pagando el consumidor, ya que los intermediarios trasladan todo ese incremento al precio final cuando los agricultores llevamos cobrando lo mismo por nuestros productos 30 años, con unos costes disparados», aseguró Daniel Franco, fruticultor berciano.
También demandaron más mano de obra. «Pagamos por encima del sueldo mínimo, incluso del convenio colectivo y ni aún así conseguimos cubrir nuestras necesidades». Por eso, todos animaron a los jóvenes que se están pensando incorporarse al sector, «que pierdan el miedo a la tierra y se descarte esa idea de que si no sirves para otra cosa, al campo», reclamó Franco. «Ahora somos empresas, pymes, creamos riqueza, y en León y en el Bierzo hay grandes profesionales». Lo que sí reivindicó Rosalía Fernández, de Prioro, son más formación para aquellas personas que se quieran incorporar, porque «la modernización en el sector va al 200 por 100».
Sergio Castro, granjero de pollos en Villaornate, puso de manifiesto las «enormes trabas y las constantes exigencias medio ambientales» a las que tienen que hacer frente para poner sus explotaciones en marcha. «Todo debería ser más sencillo», reclamó.
Otro de los asuntos puestos sobre la mesa fue la necesidad de contar con más industrias de transformación, ya que a pesar de que la provincia tiene hasta siete sellos de calidad, no tiene ninguna de estas empresas en su territorio. «Ya que se benefician de nuestros productos, estaría bien que se asentaran en nuestros territorios y nos ayuden a fijar población», demandó Diego Casado, agricultor de Villeza.