Cabreros del Río despide a Matías Llorente
- El cielo no pudo contener sus lágrimas en forma de una lluvia tantas veces deseada en el adiós del alcalde y líder agrario
Como una metáfora de su vida, Matías Llorente fue despedido este martes por las gentes campesinas y rurales, en la Plaza del Pueblo, de su pueblo, de Cabreros del Río.
A un lado, el Ayuntamiento del que fue alcalde desde 1999 y del que aún hoy lo seguiría siendo en funciones. Al otro, el monumento al labrador, símbolo de los hombres y mujeres del campo por las que entregó su vida.
En este marco se celebró la misa-funeral por el histórico líder agrario. Allí estuvieron su familia, representantes de instituciones como la Diputación con su presidente, Eduardo Morán, al frente, pero también del resto de formaciones políticas, el subdelegado del Gobierno, Faustino Sánchez, el viceconsejero de Política Agraria Comunitaria y Desarrollo Rural, Juan Pedro Medina, el director del Itacyl, Rafael Sáez... y cientos de gentes anónimas, sus gentes.
Hasta el cielo no pudo contener sus lágrimas en forma de una lluvia tantas veces deseada. El nuevo alcalde electo de Cabreros, Arsenio Melón, en nombre de los vecinos y de la cooperativa Ucogal, tuvo unas emotivas palabras finales rememorando las suyas: «Cualquier viento es desfavorable si no se sabe a dónde se va». «El cambio es ley de vida. Cualquiera que sólo mire al pasado o al presente, se perderá el futuro. Gracias Matías, gracias jefe».