Los apicultores exigen mayor control por el continuo avance de la avispa asiática en León
Las redes de trampeo tratan de frenar la expansión de esta especie invasora que ya ha llegado a la capital leonesa
Trampa casera de un apicultor berciano para frenar la expansión de la avispa asiática. DL
La vespa velutina se está expandiendo «poco a poco» por todas las comarcas de la provincia en lo que supone «una expansión continua», según han señalado fuentes de la Delegación Territorial de la Junta.
La presencia de la especie siembra la alarma social, aunque «no deja de ser igual que las avispas autóctonas en cuestión de peligrosidad», señalan desde la administración autonómica, que argumenta que con las especies más «habituales» convivimos desde hace años sin mayor alarmismo.
En el tema de la apicultura, hay protocolos específicos y según donde estén ubicados, es un organismo u otro el encargado de quitarlas. Por tanto, no hay datos específicos. La vespa velutina tienen un ciclo anual que termina a finales de otoño y en esa época es cuando más avisos hay por presencia de nidos.
La Junta de Castilla y León estableció en 2016 un protocolo de actuación relativo a la detección, seguimiento y control de la especie, en el que participan empleados públicos de las consejerías de Agricultura y Ganadería (Veterinarios) y Medio Ambiente (Agentes Medioambientales, Celadores de Medio Ambiente, Ingenieros Técnicos Forestales y de Montes).
Por su parte, el presidente de la Asociación Leonesa de Apicultores, Javier Morán, aseguraba que la vespa velutina «está por toda la provincia», incluso «en la capital» leonesa, asegurando que la última aparición había tenido lugar en la zona de La Lastra.
Morán explica que «a su entrada por el Bierzo desde Galicia se frena un poco en las redes de trampeo que tenemos colocadas los apicultores, pero por el resto de zonas sigue campando a sus anchas».
Además el presidente de al Asociación Leonesa de Apicultores asegura que «la Junta coloca sólo cinco trampas por unidad veterinaria», que sirven «para tener constancia de su presencia», pero «no para el control del el avance o la posible erradicación».
También recuerda Morán que «la Diputación saca todos los años una línea de ayudas para control y erradicación con un presupuesto de 30.000 euros que estamos utilizando para combatirla», afirma.
El presidente de la Asociación Leonesa de Apicultores explica que la «sobrepoblación» de la especie en diferentes zonas de la provincia, «sobre todo en el Bierzo, llega a ralentizar el trabajo de las abejas y, con ello, la producción de miel».
Señala que «se ha aclimatado perfectamente a cualquier altitud y zona, aunque no tenga humedad que son dos cuestiones que eran primordiales para ella. Y, encima, convive con la autóctona de aquí, la Vesca Crabro». Concluye, lamentando que «entre las dos hacen una verdadera escabechina».