CHD alerta de que las entradas en los embalses anotan el peor valor histórico
Barrios de Luna, Porma y Riaño han visto reducidas sus aportaciones en torno a un 70%
Las condiciones «extremadamente cálidas y secas» de los meses de abril y de la primera mitad de mayo han originado que las aportaciones a los principales embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) registren el peor dato de la serie histórica de los últimos 28 años.
En la provincia de León, destaca por una mejor situación en comparación con 2022 el sistema Tuerto, con el embalse de Villameca al 86,2% de su capacidad. Barrios de Luna también presenta un buen estado (81,9%), aunque las aportaciones de entrada al embalse durante abril y mayo se han visto reducidas un 73% respecto al valor medio para estas fechas— han entrado 17,50 hm3 respecto al valor medio histórico de 73,95 hm3, el peor dato histórico también. En cuanto a los embalses de Porma (69,7%) y de Riaño (68,3%), las aportaciones durante abril y mayo han supuesto un 77% menos que la media, también con el peor valor de la serie histórica de los últimos 28 años.
Según un comunicado, las entradas en este período han alcanzado los 230 hectómetros cúbicos en total, lo que lo que supone una reducción del 78% respecto al valor medio para este período (1042 hm3) y esta cifra se ha visto «agravada» por los consumos disparados provocados por el adelanto en dos meses de la campaña de riego ante el déficit de precipitaciones.
En el conjunto de la cuenca, la situación de las reservas a fecha actual (67,7%) es notablemente peor que la del año pasado (76,5%) y muy inferior al valor medio de los últimos 10 años (84%).
Por sistemas, todos se encuentran en valores de reservas por debajo de la media para esta fecha, y la inmensa mayoría también por debajo de los valores del año pasado.
Los embalses del sistema Pisuerga (Aguilar, Cervera-Ruesga, La Requejada) se encuentran al 39,4%, convirtiéndose este dato en el peor dato de reservas de la historia para esta fecha, es decir, nunca estos embalses, a fecha actual, habían albergado menos agua que en este 2023, desde que hay registros comparables.
Según los datos, la reducción de aportaciones de entrada sobre los datos medios históricos a los tres embalses se sitúa en un 80% durante los meses de abril y mayo. Al déficit de precipitaciones de este año hidrológico se une un final de invierno y primavera muy secos y un mes de abril y primera mitad de mayo con temperaturas extremas, lo que ha aumentado las demandas de regadío.
En el caso del sistema Carrión (Camporredondo y Compuerto), a pesar de haber alcanzado un llenado completo de sus embalses al inicio de la campaña de riego, los niveles de reservas (62,8%) se sitúan casi 15 puntos por debajo de los valores de la última década. En Burgos, los embalses del sistema Arlanzón (Uzquiza y Arlanzón) se encuentran 12 puntos por debajo de la media, y Cuerda del Pozo, en Soria, unos 17 puntos por debajo.
El sistema Arlanzón ha registrado una reducción del 84% de aportaciones de entrada a los embalses durante los meses de abril y mayo (han entrado 3,36 hm3 respecto a los 21,28 de media histórica), reducción de aportaciones que ha sido del 77% en el caso de Cuerda del Pozo (9,89hm3 de entrada frente a los 42,32 del valor medio histórico para esos dos meses).
Las presas ubicadas en Segovia (Linares del Arroyo y El Pontón Alto) y Avila (Castro de Las Cogotas) se encuentran en valores más o menos habituales