Los daños por la sequía y las tormentas en el campo leonés alcanzan ya las 21.421 hectáreas
Las últimas granizadas caídas en la provincia se han llevado por delante 4.354 hectáreas, la mayoría de maíz
A las terribles consecuencias que la sequía ya ha causado de manera irremediable al inicio de la campaña agrícola en León, el campo suma nuevos e importantes daños causados por las últimas tormentas que han descargado continuas y abundantes lluvias así como algunas granizadas.
Según datos de Agroseguro, facilitados a Diario de León, la siniestralidad en la provincia de León alcanza ya las 21.421 hectáreas, pertenecientes a 13.085 parcelas, cifra que se seguirá incrementando en las próximas semanas, según avancen las cosechas y se declaren nuevos daños.
La sequía es en este momento es el fenómeno que más partes ha provocado afectando ya a más de 16.030 hectáreas en 10.171 parcelas de la provincia. En este caso, los cultivos más afectados son el trigo blando (6.425 hectáreas), la cebada (2.997) y la avena (2.209). El resto de los productos corresponden a cultivos de veza, colza, centeno, guisantes, alfalfa, garbanzo, girasol o lentejas.
El siguiente fenómeno más perjudicial ha sido el pedrisco, que se ha llevado por delante esta campaña 4.354 hectáreas en total, de las 2.155 eran de maíz, 1.182 de remolacha y 522 de trigo. También se han visto afectados por las granizadas, pero en menor medida, las judías secas, el girasol, la alfalfa, las uvas y las patatas entre otros cultivos.
Por lo que se refiere a las lluvias, desde Agroseguro se destaca que estas han sido «más beneficiosas que perjudiciales». De hecho, los cultivos de secano que aun están en desarrollo como el girasol, la alfalfa, la viña o los garbanzos, son un ejemplo, lo cual no quita para que haya parcelas muy dañadas, principalmente por inundaciones y arrastres o por pedrisco.
Aún así se han cursado incidencias por las más persistentes en 378 hectáreas la mayoría (105) de maíz, seguida de veza y avena.
Las heladas también han afectado a 244 hectáreas, mayormente de centeno y pera, mientras que las inundaciones han arruinado 153 hectáreas de judías, maíz, veza y remolacha entre otros cultivos.
El resto de los siniestros han sido causados por no nascencia, fauna cinegética y demás adversidades.
Esta situación ha provocado, que la Junta de Castilla y León declarar esta semana la campaña agrícola 2022-2023 como «excepcional» ante los efectos climatológicos adversos, en concreto por la sequía, aunque también por las consecuencias derivadas de la guerra en Ucrania, lo que facilitará posteriormente la articulación de ayudas al sector, para lo que ha comprometido un «esfuerzo económico» sin cuantificar aún.
Estas ayudas serán definidas en el próximo Consejo Regional Agrario que se ha convocado para el próximo martes, y al que acudirán todos los representantes agrarios, así como el consejero de Agricultura y Ganadería.