El accidente mortal de Valporquero abre el debate sobre la regulación del acceso a las cuevas

La muerte de un espeleólogo de 53 años en la Sima de Perlas de la Cueva de Valporquero de León ha abierto un debate sobre la regulación de este tipo de actividades. Pedro González y Raúl Temprano Alonso, de la empresa Guheko, además de lamentar el fallecimiento, advierten de que no existe ningún control para limitar el acceso a las cuevas y señalan que sí que hay actividades seguras como la que realizan ellos en el curso de aguas del río subterráneo. Hacen así hincapié en que no se debe confundir la ruta de Sima de Perlas, en donde se produjo el fatal accidente, con las actividades turísticas, que se pueden ver perjudicadas si el público entiende que son peligrosas.

"Realmente en Valporquero se realizan las actividades de espeleoturismo o turismo activo, que es el recorrido del río subterráneo de la cueva, que no tiene nada que ver con la zona donde ocurre este accidente, la Sima de las Perlas, que es un recorrido más técnico, más complejo. Nos preocupa que esto se confunda y se piense que Valporquero es un sitio peligroso, en el que pasan todas estas cosas que están pasando cada poco y que no tienen nada que ver", señala Pedro González, espeleólogo y guía turístico de la empresa Guheko que colaboró con el rescate de un hombre que se rompió la clavícula y del cuerpo del fallecido.

En un comunicado de la Diputación de León, en el que agradecían la actuación "a todos los cuerpos sanitarios y de seguridad las labores de rescate de los accidentados, así como al personal de la propia cueva", ha resaltado, igualmente, que el accidente se ha producido en la Sima de Perlas, un "recorrido muy técnico para expertos y fuera de la actividad espeleoturística del curso de aguas y del recorrido habitual de la propia Cueva de Valporquero".

El guía recuerda el accidente de hace una semana en el que un hombre se rompió la cadera y, de nuevo, se trataba de un espeleólogo que se accidentó en la Sima. "En ocasiones los accidentes ocurren con gente que viene de fuera a hacer el descenso por la Sima de las Perlas con una buena preparación de la actividad y buen nivel técnico, pero a veces nos hemos encontrado con gente que se mete en condiciones que no son las apropiadas por climatología, porque vienen de muy lejos, o con personas en los grupos que no tienen las capacidades ni el material básico para este tipo de actividad y aun así lo hacen porque es divertido... Y claro, no es una actividad para jugártela", declara Pedro González, que lamenta que no haya ninguna regulación en toda Castilla y león salvo en algunas cuevas en las que haya restos arqueológicos.

"Yo no soy quien para decir si esto se debe regular o no porque es un ámbito deportivo ajeno al turístico, pero lo que sí que es verdad es que una de las mayores atracciones turísticas que hay en España a nivel del turismo activo es el río subterráneo de la Cueva de Valporquero. No hay que olvidar que hace cuatro años nos dieron el premio nacional de turismo y es una gran referencia. Lo que nos estamos encontrando es que llevamos tres fines de semana consecutivos con accidentes en ese entorno que no tiene nada que ver con nosotros", accidentes que "sentimos mucho", pero "hay que pensar que toda la actividad turística se ha parado. Por eso entendemos que sí, que esto debe regularse", propone Raúl Temprano Alonso, de la empresa Guheko, que asegura que de todos los rescates del entorno de la espeleología que se han hecho en Castilla y León, el 90% se han realizado en las cuevas de Valporquero, "y todos ellos son deportivos", por lo que "es evidente que eso requiere algún tipo de regulación, una deportiva, no turística. Las empresas tenemos muchos controles, mucho control de titulaciones, de prevenciones de riesgos... No digo que este tipo de accidentes no ocurran, pero ponemos muchos medios para evitarlos", asegura el experto. "Todo nuestro dolor y nuestro sentimiento hacia las personas que han fallecido y hacia sus familiares", añade.

Hasta que se tomen medidas, Pedro González recomienda que se hagan "las cosas con cabeza y siguiendo los protocolos de seguridad que se utilizan en la espeleología desde hace muchísimos años. Desde hace 30 o 40 años que se desarrollaron las técnicas de ascenso y descenso por cuerdas. Se sabe cómo hacer las cosas bien para que no pasen estas cosas: formación y sentido común. Si al final no hay regulación lo que tiene que haber es que la gente que vaya ahí sea consciente de sus limitaciones, sus condiciones físicas, su formación y planificar una cosa con lógica", concluye el experto.