La siembra de remolacha aumenta en León un 77% en un año
-El elevado precio del azúcar en los mercados motiva al agricultor a sembrar este cultivo
En 2023, 6.800 hectáreas de la provincia de León han sido sembradas de remolacha azucarera, un incremento del 77% respecto al 2022, en el que solo se sembraron 3.837. Este aumento se ha visto reflejado en toda la provincia, pero sobre todo en las zonas de nuevos regadíos, como la de Payuelos.
Debido a la continua subida de los precios del azúcar en mercados europeos y mundiales se han generado en las empresas azucareras, como AB Azucarera y Acor, un aumento en sus márgenes que se ha traducido en 2.963 hectáreas más de las sembradas en el año 2022.
Según Asaja, la producción de este cultivo en la superficie sembrada este año podría representar una producción superior a las 650.000 toneladas de raíz debido al buen estado de los cultivos leoneses. De esta producción generada de las 6.800 hectáreas, 1.000 irán destinadas a la cooperativa de Acor ubicada en Olmedo por la contratación de la esta con los agricultores de León.
El resto de la producción leonesa se moltura en la azucarera de La Bañeza, junto con remolacha del área de nuevos regadíos de la balsa de riego de Villalón de Campos, ubicada al norte de la provincia vallisoletana.
La mayoría de la producción de este cultivo se ha comenzado a hacer siguiendo modelos, ofrecidos por las empresas remolacheras, como el de «integración» o «costes compartidos» donde dependiendo del modelo la empresa azucarera asume más o menos costes de la producción de la remolacha junto con el agricultor, fomentando la siembra de este cultivo que genera riesgos económicos para el productor.
Ante esta previsión de volumen de producción desde Asaja se le pide a AB Azucarera, ubicada en La Bañeza, que se planifique la recogida de la raíz en dos tramos separados por las lluvias que imposibilitan la recepción de esta gran cantidad de producto: en el inicio del otoño, para la recogida de la remolacha más temprana; y otro a finales de invierno para la remolacha más tardía.
Desde la misma asociación agraria se exige que estas empresas mejoren el precio de la remolacha al agricultor repartiendo los elevados márgenes por la subida del precio del azúcar y que aumenten la inversión en sus fábricas para hacerlas más competitivas en un mercado global que, aunque esté en auge, podría decaer.
Por ello, desde Asaja se pretende que está inversión se haga en este periodo de bonanza para ser más competitivo en el mercado azucarero mundial. Este aumento en la superficie de siembra del producto es una buena noticia para un cultivo que año tras año reduce su producción y rentabilidad para los agricultores.