León pierde 7.300 ha de maíz por las medidas impuestas por la nueva PAC
El cultivo pierde el 10% de su superficie, una merma que restará rentabilidad al campo
Tras la noticia del aumento de un 77% en la siembra de la remolacha, ayer la Comisión Provincial de Estadística Agraria de la Junta de Castilla y León ha comunicado los datos de una reducción del 10% de la siembra de maíz en la provincia de León, que representan 7.342 hectáreas respecto al año 2022. Según informa esta comisión se han pasado de 73.787 hectáreas del año pasado a 66.445 de este.
Los datos sobre el cultivo favorito de los agricultores leoneses, por sus características y rentabilidad, ha sido recibido como una muy mala noticia por las asociaciones agrícolas que justifican esta bajada de la siembra del maíz en las implosiones que Europa, a través de las políticas agrarias comunes.
Esta merma en la siembra del cultivo de las mazorcas ha sido remplazada por otros cultivos debido a las normas que la Unión Europea implanta en la PAC para regular los eco regímenes donde se obliga a la rotación y variación de los cultivos. Los girasoles han sido un relevo para muchos agricultores, pero sin la rentabilidad que el maíz ofrece. Otro de los cultivos sustitutivos del maíz son las alubias, en el que la falta de demanda por parte de las envasadoras dificultad vender el producto. La remolacha es el único de los tres cultivos que ha aumentado la siembra, pero esto no justifica toda la caída del maíz.
Desde Asaja piden una PAC «que no se empeñe en decir qué pueden sembrar y qué no pueden sembrar los agricultores, y que por el contrario deje que cada cual siembre el cultivo que le parezca más interesante según la demanda del mercado y las condiciones agronómicas del mismo» insten.
Asaja expresa que esta «nueva PAC» más medioambientalista no aporta un beneficio para el campo y que «distorsionan los mercados y provocan caídas de renta de los productores».
También mencionan que el cultivo del maíz, que es «deficitario y competitivo», no debe ser sustituido por otros que no generan la rentabilidad del maíz y que son excedentarios. Desde Asaja abren la puerta a la siembra de maíz dulce para el consumo humano que tiene un nicho de mercado «interesante» y que ya ha sido cultivado en la provincia.