La fiesta de la trashumancia en Salamón
-El museo de la lana de la oveja merina trashumante acogió este sábado la fiesta con la que se pretende ensalzar la recuperación de este producto que fue fuente de empleo en España hasta finales de siglo XVIII
La locallidad de Salamón celebró este sábado una nueva edición de la fiesta de la trashumancia que se inició con unos talleres de fieltro y eco-print de fieltro y de jabón enfieltrado a cargo de Camino Canal. Para continuar con una visita guiada al museo de la lana de la oveja merina trashumante a cargo de Manuel Rodríguez.
Se descubrió una placa conmemorativa del museo colocada por la Junta Vecinal de Salamón. Es un diseño realizado por el artista Diego Rodríguez que toma el motivo de un carnero merino que representa a todo lo que fue la lana para la montaña de León. «Se ha cogido el modelo de un carnero merino de una explotación en Extremadura. Esperamos que sea el símbolo de la r ecuperación de la ganadería trashumante en esta zona», según Manuel Rodríguez, especialista en la trashumancia.
El museo de la lana de la merina trashumante de Salamón se abrió a finales del año 2019 en las instalaciones del antiguo ayuntamiento, que luego se integró en Crémenes. Este edificio se rehabilitó tras una enmienda de la UPL en las Cortes de Castilla y León. Cuenta con dos plantas: la primera está dedicada a la trashumancia por medio de paneles y objetos además de una pequeña biblioteca. Para poder ver el museo solo hay que tener unas claves para acceder al interior a través de la red de museos de Castilla y León.
En la presentación del museo Rodríguez señaló que «en aras de la recuperación de la merina tenemos algunos visos importantes para recuperar la genética que teníamos en España de la lana. Hay ganaderos que han conseguido traer de Australia semen congelado y algunos embriones y ya tenemos varias generaciones de ovejas nacidas en España con una lana de alta calidad». El objetivo es volver a recuperar esa calidad de la lana que España tuvo hasta finales del siglo XVIII o principios del siglo XIX.
La jornada contó con una comida popular con la degustación de cordero, actuación musical en director e hinchables para los más pequeños