El futuro de la especie protegida en la montaña leonesa depende de la comida
Se espera que para finales de siglo la temperatura suba dos grados y las precipitaciones se reduzcan en un 15% en la Cordillera Cantábrica lo que afecta directamente a la hibernación del oso y a su fisiología. Por ello desde la la Fundación Oso Pardo han comenzado a la siembra de arboles frutales para que el oso pueda continuar con su alimentación aunque el cambio cliamtico reduzca el número de árboles. Este proyecto tiene el nombre de ‘LIFE Osos con Futuro’ y estará activo hasta 2025. Gracias a proyectos como este se ha conseguido sacar al oso pardo de lacrítica situación de extinción en el que se encontraba hace 25 años.