Medio Ambiente elabora un exhaustivo censo del lobo que permita conocer la evolución real de la especie
Es el primero que se realiza desde que la especie fuera declarada protegida por el Gobierno en 2021 y actualiza los datos del 2013
La Junta de Castilla y León se encuentra inmersa en la ejecución del tercer censo regional del lobo (Canis lupus). Tanto por la propia biología de la especie como por la extensión de la comunidad autónoma, los trabajos se están abordando, como es habitual, en dos años reproductores, 2022 y 2023 (cada año reproductor comprende desde la primavera hasta el invierno del año siguiente).
Los anteriores censos regionales se realizaron en 2000-2001 y 2012-2013, siendo por tanto los diagnósticos comparables con el actual. Al igual que los resultados del censo 2012-2013 se integraron en el censo de España de ese periodo, el censo en curso 2022-2023 formará parte del censo nacional.
Este censo tiene una importancia especial, ya que es el primero que se realiza desde que el Gobierno central incluyera al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), lo que suspendió de inmediato la caza y los controles poblacionales de este animal, que al Norte del Duero era hasta ese momento especie cinegética, lo que permitía su caza en función de unos cupos anuales, y protegida en el Sur, donde su muerte estaba prohibida.
Primera fase
En el 2022 se rastrearon 2.468 itinerarios en la comunidad con 18.728 kilómetros a pie
De esta manera este censo aportará una importante información sobre la manera en que la inclusión del lobo en el Lespre afecta a las poblaciones, si se ha incrementado exponencialmente, como defiende la Junta de Castilla y León , contraria a la protección, o si favorece su conservación , como mantiene el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.
Así pues, la Junta de Castilla y León aborda censos completos cada diez años, sistemáticos y exhaustivos con la finalidad de inventariar la población regional de lobo y revisar sus parámetros poblacionales globales. Para evitar duplicidades en el conteo de manadas compartidas con otras comunidades autónomas, así como con Portugal, se coordina la información con las administraciones vecinas.
Además de dichos censos decenales, la Junta de Castilla y León realiza un seguimiento anual de la especie a través de medios propios, personales y materiales. Para la organización de estos trabajos se dictan diferentes protocolos , estando actualmente en vigor la denominada Instrucción 3/MAV/2022 de la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal, relativa a la recogida de información sobre el lobo ibérico (Canis lupus) en Castilla y León.
En lo que respecta a el método de censo, además del sistema de recogida continua de información puesto en marcha, y que se ha reforzado con motivo del censo, en líneas generales la metodología es similar a la aplicada en censos anteriores, metodología aprobada a nivel nacional, continuando con las técnicas de campo habituales y estandarizadas para la determinación de las manadas (grupos familiares de lobos) y para tratar de confirmar la reproducción de las mismas.
El primer trabajo de campo aplicado en 2022 de manera sistemática en toda la comunidad fue el rastreo de itinerarios a pie, buscando indicios de presencia (excrementos, etc.) para identificar querencias y tratar de localizar el posible marcaje territorial de manadas. Así, a partir de julio de 2022 se prospectaron de manera sistemática las nueve provincias, organizando el trabajo por cuadrículas de 10 x 10 kilómetros, con un esfuerzo mínimo de 15-20 km de rastreo a pie en cada una de ellas. Realizar los rastreos en verano, a partir de julio, es una de las cuestiones metodológicas adoptadas por la Junta de Castilla y León para que el resultado de los itinerarios fuera comparable en toda España.
En el año 2022 se han rastreado 2.468 itinerarios en la Comunidad con un esfuerzo acumulado de 18.728 kilómetros a pie. Esfuerzo ingente de agentes medioambientales y celadores de medioambiente que fue especialmente duro en 2022 como consecuencia de las olas de calor e incendios forestales especialmente graves del año pasado. Precisamente por esas condiciones extremas han quedado una serie de cuadrículas por cubrir que están siendo completadas precisamente ahora, en julio de 2023, por lo que la labor de rastreo aún no ha finalizado en todas las provincias.
En lo que respecta a las labores de coordinación, se celebran anualmente reuniones en cada provincia, con los responsables técnicos y agentes medioambientales y celadores de medio ambiente de cada una, en las que se expone la información recabada y se establecen prioridades de seguimiento cada año. Hay que decir que desde el censo anterior se han celebrado ya más de un centenar de reuniones provinciales para este fin. Así, por ejemplo, en 2022 estas reuniones se celebraron entre el 9 y 25 de mayo y en 2023 acaba de concluir la ronda provincial con reuniones entre el 6 y el 22 de junio.
Además, por ser año de censo, se han reforzado las tareas de coordinación con reuniones adicionales con los coordinadores técnicos provinciales.