DEVOCIÓN EN MANSILLA DE LAS MULAS
Hasta el sol salió a recibir a la Virgen de Gracia
Cientos de romeros, junto a sus pendones, caminaron ayer desde León para reencontrarse con su patrona a las puertas de Mansilla
Cientos de romeros, junto a sus pendones, caminaron ayer desde León para reencontrarse con su patrona a las puertas de Mansilla. J. NOTARIO.
A pesar de la amenaza de lluvia y del plomizo cielo que se cernía ayer sobre los romeros que bien temprano salieron de la iglesia de Mercado de León rumbo a Mansilla, el sol finalmente salió para saludar a la Virgen de Gracia. La peregrinación a la Virgen de Gracia volvió a convertirse en uno de los
acontecimientos más emotivos
y entrañables tanto para los vecinos de Mansilla de las Mulas
como para la multitud de devotos que año tras año dedican el primer domingo de septiembre a honrar a la santa.
Varios centenares de romeros, acompañados por los pendones más importantes de la comarca, revivieron una vez más la tradición de reencontrase a la Virgen en la única vez en el año que sale de su morada, en la ermita que lleva su nombre, e iniciaron la marcha desde León, con la obligada parada en Villamoros, donde se suma la mayor parte de los devotos y estandartes de la zona del Esla. El momento más emotivo de la jornada su produjo al mediodía, cuando los romeros encaran su entrada en Mansilla de las Mulas y se reencuentran con su Virgen, recién llegada de su ermita, en la plaza de San Nicolás, junto a todos los vecinos y las autoridades locales, encabezados por la alcaldesa, Camino Lozano, entre danzas y júbilo. Después se celebró la tradicional misa en la iglesia de Santa María, donde los devotos pudieron besar el manto de la Virgen, antes de su regreso por la tarde a su ermita.