A Valdevimbre le van a dar las uvas ya en septiembre
La Feria de la Vendimia pone en valor la importancia del sector agroalimentario
La tradición de la recogida de la uva es el acto esencial de una comarca que vive para el vino y que besa por donde pisa el viticultor.
Todo se hace en consonancia con la recogida del fruto que tanto tiempo se ha cuidado durante todo el año y que ha servido para sacar adelante la labor que se desarrolló en las vides y en las viñas a lo largo de todo este tiempo.
Cuatro ferias de la vendimia lleva ya organizadas Valdevimbre, un evento que se consolida y que crece cada año en expectativas, apoyado por el buen ambiente que se disfrutará entre las casetas, con el ánimo bien alto para degustar la comida en alguno de los establecimientos participantes. que ofertan un menú regado con vino de la tierra.
La mirada está puesta en el cielo para saber lo que va a producir la tierra. Y para saber qué climatología se van a encontrar los participantes en las actividades que se programan.
Sábado y domingo llenan el programa de actividades y de ambiente para una cita que se ha convertido en un clásico de la comarca y del mundo del vino.
A Fernando Blasco, como tradicional benefactor de la celebración, le corresponde un año más el papel de donante, que la localidad agradece y la población disfruta.
Todos los eventos han sido programados con el fin de ofertar a la población de la comarca y a los visitantes en general la mejor oferta para un fin de semana que se antoja especialmente interesante. Porque con las temperaturas que se anuncian para este sábado y domingo, no se auguran los mejores pronósticos que cabría esperar. Sin embargo, todo se pone al servicio de una fiesta llamada por antonomasia a satisfacer los paladares más exquisitos y las propuestas más importantes de cara a lo que se avecina.
Todo sea por mejorar lo presente y por aguardar a que las cosas se pongan lo más interesantes posibles para que lo único que haya que disfrutar sea de la fiesta
Desde 2018 se viene celebrando esta actividad, interrumpida con ocasión de la pandemia pero recuperada de tal forma que se ah convertido de nuevo en unan señal de exaltación de la uva y su contenido. Todo para hacer mejor al disfrute de las actividades y la raciocinio de lo que puede llegar a ser una vivencia sin igual en un fin de semana que llama ya a las puertas del otoño y que sirve para celebrar la inminencia del cambio de estación.
Todo con el propósito de convertir esta actividad en una señal de finalización del verano y de puesta a punto de cara a las siguientes celebraciones que se avecinan.