Un muerto, cinco graves y 145 leves en cinco años

A pesar de esta alta siniestralidad provocada por animales, hay que destacar que no hay que lamentar casi víctimas mortales, —tan solo uno en 2021—, ni graves, con ocho personas en esta situación, mientras que los leves han sido 145 en los último lustro.

En lo que va de año, se han registrado, según el capitán Roberto Fernández, 17 heridos leves y tres graves, como consecuencia de accidentes provocados por animales. Según relata, el primer grave es por un turismo que atropelló a un caballo, el segundo es un atropello a un jabalí por parte de una moto, y el tercero el atropello de un caballo por otra moto. Los heridos leves se producen más por salidas de vía, por hacer movimientos bruscos, más conocidas como «maniobras de evasión errónea», con las que «se gira hacia otro lugar y se provoca un accidente».

El único fallecido por chocar contra una especie cinegética se registró en mayo de 2021 en la LE-125, en Castrocontrigo, cuando un motorista atropelló un ciervo y la cornamenta de este le atravesó el casco.

Según los datos que maneja la Guardia Civil, los horarios en los que se producen los accidentes indican que la mayor parte de los accidentes se registran en el ocaso, seguida de la noche, y después el orto (cuando el sol sale por la mañana). Las horas más propensas son las del atardecer, justo cuando anochece, ya que «es cuando aprovechan los animales para moverse». También influyen acontecimientos como las temporadas de caza, en la que los animales se desplazan, o la berrea, que comenzará en las próximas semanas, «por eso a partir de septiembre se incrementa este tipo de accidentalidad».