Los diferentes mapas de sequía
Respecto a la situación de sequía meteorológica en la cuenca, la CHD subrayó que el año hidrológico 2022-2023 comenzó en una situación «muy comprometida», ya que a final de noviembre un 70 por ciento de la superficie de la cuenca se encontraba en situación de sequía prolongada. Las copiosas lluvias de diciembre y enero hicieron que de enero a mayo toda la cuenca se encontrara en normalidad. A partir de mayo la superficie de la cuenca en situación de sequía prolongada fue creciendo hasta alcanzar un 90 por ciento en julio de 2023, lo que ofrece una idea de la audiencia de precipitaciones y escorrentías en primavera. Con respecto a la escasez, señalar que se ha finalizado el año hidrológico con un 40 por ciento de la cuenca en situación de alerta o emergencia, situación que se ha centrado en las UTEs centrales de la cuenca Carrión, Pisuerga y Bajo Duero, lo que justifica las mayores restricciones de uso del agua aplicadas en estas UTEs. EEl año hidrológico 2022-2023 comenzó con siete UTEs con sequía declarada por el Organismo de cuenca como Támega-Manzanas, Tera, Órbigo, Torío-Bernesga, Carrión, Pisuerga y bajo Duero que ocupan el 38 por ciento de la superficie de la cuenca. En marzo de 2023, debido a las copiosas lluvias de diciembre y enero, salieron cuatro UTEs de esa situación, permaneciendo en situación excepcional de sequía prolongada ToríoBernesga, Pisuerga y Bajo Duero que ocupan un 20 por ciento de la superficie de la cuenca. Los indicadores complementarios de aguas subterráneas en aguas altas (registros de primavera) reflejan una situación de normalidad en cinco de las seis masas de agua analizadas.