Los cazadores denuncian daños irreparables a la fauna con la concentración de los Oteros

Los cazadores denuncian que la nueva concentración que se está llevando a cabo en los Oteros está provocando daños irreparables para la fauna salvaje tanto por las actuaciones de la administración como de los propios particulares. Señalan que no están respetando zonas de adiles que tradicionalmente no se cultivaban porque no eran productivas. Tampoco los linderos entre fincas donde crecía la maleza. Espacios todos que los animales utilizaban para criar y refugiarse.

«No entiendo que en el siglo en el que vivimos haga falta exprimir tanto el campo cuando el beneficio de lo que antes eran perdidos, adiles, es mínimo para el agricultor porque son zonas que apenas producen nada», afirma el presidente del Coto de Caza El Rotel de Fáfilas y Villabraz, Jairo Merino de la Fuente. «Lo están dejando todo como un solar», afirma gráficamente.

En un paseo por el campo de la localidad de Fáfilas a Merino se le cae el alma a los pies. Muestra tesos en los que se han desmontado cerca de tres metros de tierra, zonas altas que hasta ahora no se trabajan y que dice, eran lugares donde perdices, codornices, liebres y otros animales tenían donde estar. «No lo entiendo», lamenta.

Incluso muestra árboles (encinas y otros) arrancados de cuajo y tirados en el propio campo. «Yo creo que las encinas están protegidas, pero las están quitando», dice. «Hace unos años obligaron a poner árboles para poder cobrar la PAC y ahora los arrancan».

Lo mismo asegura que está ocurriendo con los linderos de las fincas que tradicionalmente eran zonas donde crecía la maleza, retoños, zarzas... «De eso no quedará nada porque se sembrará todo. Los animales no tendrán donde protegerse y donde criar. No habrá ni una sombra en el campo. Están tapando regueras y cárcavas. Será un desastre», afirma el presidente de los cazadores de Fáfilas y Villabraz.

También recuerda que se trata de «una zona Zepa (Zona de Especial Protección de Aves), especialmente por la presencia de la avutarda, que ya no van a tener donde reproducirse ni resguardarse».

El Coto de Caza El Rotel apenas cuenta con diez socios. Hay que recordar que entre Fálilas y Villabraz apenas suman 70 habitantes, la mayoría mayores. Hay cazadores tanto de galgo como de escopeta.

Jario Merino subraya que desde el coto siempre se han preocupado por la conservación de la fauna. «Hemos realizado inversiones para limpiar las fuentes para que lo animales tengan donde beber agua», señala.

También se han impuesto medidas correctoras internas para conservar las especies. «Por ejemplo, aquí los cazadores de escopeta no podemos cazar las liebres. Esas quedan sólo para los galgos», asegura.

Igualmente afirma que los cazadores pagan una cuota anual a los agricultores propietarios de las fincas «por el aprovechamiento que hacemos de los terrenos para cazar. Y ahora pagaremos para nada, porque no va a quedar nada».

La veda se abrió el 12 de octubre para los cazadores con galgo y el día 22 para los de escopeta. «Creemos que va a ser un mal año venimos de una mala cría de las aves. Pero los próximos años va a ser mucho peor con los destrozos que están haciendo».