La Feriona de Villablino. Olor a pulpo y ganas de feriar

Olor a pulpo y la típica pregunta «¿ya feriaste?» definen la jornada de El Pilar en la capital lacianiega, que acogió la Feriona, un gran zoco que se instaló por algunas de las principales calles de Villablino, Constantino Gancedo y Avenida del Bierzo, junto con sus adyacentes.

Las calles se llenaron de público, tanto lugareños como visitantes, no quisieron perderse esta feria desde primera hora de la mañana, con temperaturas más propias del verano que del otoño, que ayudaron a que este zoco estuviera hasta última hora de la tarde. Los productos que se pudieron encontrar en los puestos instalados en las distintas vías ofrecían de todo tipo, desde gastronomía hasta artesanía, decoración, pasando por ropa y calzado entre otros. El producto estrella de esta feria son lo ajos, muy utiizado en las matanzas junto al pimentón.

Además, el recinto ferial ubicado en Las Rozas acogió una muestra de reses equinas y vacunas, si bien este año la presencia ha sido poco significativa, con alrededor de 40 cabezas, también se encontraba una muestra de razas de gallinas y de mastín español, lo que despertó el interés de niños y mayores.

Un día en donde no faltó el plato típico del día el pulpo a «feira» que se pudo degustar tanto en las pulperías callejeras, como en los diferentes restaurantes o en los hogares lacianiegos, regado por un buen vino.

Esta muestra nació como un evento dedicado exclusivamente al mercado de ganado, que ha perdurado en el tiempo siendo hoy la fecha con más arraigo en el calendario de ferias y fiestas lacianiego. Aunque con el paso del tiempo ha ido evolucionado y a día de hoy se pude ver diversidad de productos. Esta feria no es la única que celebra la capital lacianiega, ya que el próximo día 12 de noviembre, acogerá La Ferina, una muestra de características similares a esta, pero de dimensiones menores.