«O tomamos medidas o las juntas vecinales van a desaparecer»
No es la primera vez que la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores advierte de la precariedad en la que subsisten las 1.228 juntas vecinales de León, una odisea administrativa que hace comprensible la dificultad que encuentran los partidos para encontrar candidatos, especialmente en aquellos pueblos con poco o ningún patrimonio propio.
El secretario de la federación, el jurista Carlos González-Antón, alerta sobre la necesidad de tomar medidas para modernizar las juntas vecinales «o van a terminar desapareciendo». Reitera que las administraciones supramunicipales no apoyan a quienes se hacen cargo de las pedanías, una figura administrativa centenaria que requiere una «reconversión importante» y una «apuesta decidida» para que salgan adelante.
A su juicio, las limosnas que llegan en forma de miles de euros para obras repartidos por la Diputación provincial no son ninguna solución para estos pueblos cuyos problemas están esencialmente en su gestión.
No hay secretarios ni siquiera para los ayuntamientos, así que las juntas vecinales se tienen que conformar con las migajas o con «algún secretario que les cobra los servicios en B», señala el secretario de la federación, que avisa de que las cuentas las hacen auxiliares que sólo se dedican a hacer constar una serie de ingresos y gastos «pero que no llevan ni aportan ningún control a la gestión de las cuentas».
Lo que hace falta, reitera, son «funcionarios de nivel estatal» pero la situación real es que la mayoría de las juntas vecinales se encuentran «al margen de la ley». «Tienen la obligación de actuar como el resto de las administraciones pero los programas de digitalización