Diario de León

Santa María amenaza con irse de la mancomunidad si no se le da más peso

La alcaldesa reclama al nuevo presidente la vicepresidencia y la presidencia de Hacienda

León

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No ha pasado ni un día desde que el alcalde de Pobladura de Pelayo García, José Ángel Tranche Cadenas, fuera elegido presidente de la Mancomunidad de Municipios El Páramo y ya tiene que lidiar el primer toro. La alcaldesa de Santa María del Páramo, Alicia Gallego, reclama más cotas de poder dentro del organismo para su municipio. Para empezar «le vamos a pedir la vicepresidencia primera y la presidencia de la Comisión de Hacienda», afirma Gallego. «No nos conformamos con que haya más reuniones, queremos tener más capacidad de decisión».

Será sólo el principio, porque la alcaldesa de Santa María exige también que en la asamblea tengan más representación los municipios con mayor población. «De no aceptarse estas peticiones en un año, Santa María del Páramo nos iremos de la mancomunidad», advierte. Más claro no se puede decir.

Tranche fue elegido este martes como presidente de la mancomunidad con 15 votos a favor (todos los del PP) y 5 abstenciones. Mayoría aplastante, pero sin el apoyo de dos de los municipios con mayor población: Santa María del Páramo (UPL) y Laguna de Negrillos (PSOE). El otro que se abstuvo fue San Pedro Bercianos (UPL).

Ya durante la asamblea Gallego le lanzó al presidente «una llamada de atención» y le dijo «que vamos a tomar medidas porque nuestro peso en la mancomunidad es fuerte».

Gallego defiende que la representación en la asamblea de la mancomunidad debe ir en consonancia con el número de habitantes de cada municipio y no de forma lineal a razón de dos representantes por Ayuntamiento, independientemente de su tamaño, como sucede ahora.

Para ello sería necesario cambiar los estatutos y ello necesita el voto favorable del PP, que tiene mayoría amplísima en una mancomunidad que está compuesta por 14 municipios, de los que 11 son suyos.

Tranche mostró la mano tendida en la asamblea de constitución, pero las exigencias de Santa María no son menores.

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