El otoño salva al Torío-Bernesga de la sequía y ya está toda la provincia en «normalidad»

La Unidad Territorial de Escasez (UTE) Torío-Bernesga ha salido de la situación excepcional por sequía extraordinaria gracias a las lluvias caídas en este otoño y después de permanecer en un escenario de emergencia desde hace un año y medio.

Es una de las decisiones que se recogen en el último informe de seguimiento del Plan Especial de Sequía del mes de noviembre aprobado por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), que ayer informó de la mejora de la situación a través de un comunicado.

En concreto, el organismo regulador señala que las lluvias registradas en los meses de octubre y noviembre «colocan a toda la cuenca en situación de normalidad por sequía», según dicho informe publicado este mes de diciembre, y añade que, respecto a los indicadores de escasez o sequía hidrológica, se mantiene la «normalidad» en todos los sistemas salvo en las Unidades Territoriales Torío-Bernesga y Pisuerga que se encuentran en «prealerta», aunque en el caso de esta última «rozando ya el 32 por ciento del volumen embalsado, situándose al borde de la normalidad».

Los beneficios de las precipitaciones han mejorado radicalmente la situación con la que los embalses de la cuenca en León comenzaron el año hidrológico. En la última semana, los pantanos han ganado más de 33 hectómetros cúbicos y los registros de Confederación apuntan a que desde el pasado 1 de octubre han caído sobre los embalses casi 1.570 litros por metro cuadrado.

Así, la situación queda actualmente en que Villameca roza el 80 por ciento de su capacidad y se encuentra en una situación excepcional para estas fechas, mientras que Barrios de Luna roza el 50 por ciento, con más del doble de lo que presentaba el año pasado por estas fechas.

En cambio, Riaño y Porma están tardando más en coger los registros habituales para estas fechas y están al 45 y al 42 por ciento respectivamente.

En general, los embalses de la cuenca se sitúan al 56,5 por ciento de su capacidad total, con una reserva de agua embalsada de 1.611,5 hectómetros cúbicos (hm3).

CHD constata que las abundantes precipitaciones en este inicio del año hidrológico han aumentado «considerablemente» los niveles de reserva, con valores por encima de la media respecto al pasado año en todos los sistemas, salvo en los embalses del sistema Esla y Pisuerga, aunque con una «buena tendencia».

«Ante este escenario, la evolución meteorológica de los próximos meses determinará, como es habitual, el desarrollo de la próxima campaña de riego, siendo importante tanto la permanencia de las precipitaciones, como la nieve, que es la mejor reserva de agua de la que se pueda disponer», finaliza el comunicado.